Hoy, en el Día Internacional de la Juventud 2014, el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) se suma a las celebraciones en todo el mundo del papel de las mujeres y los hombres jóvenes como actores del cambio positivo. Celebremos juntos la labor de millones de jóvenes voluntarios de todo el mundo que, cualesquiera que sean sus circunstancias, aportan su grano de arena para mejorar las vidas de los que les rodean.
Hoy, en el Día Internacional de la Juventud 2014, el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) se suma a las celebraciones en todo el mundo del papel de las mujeres y los hombres jóvenes como actores del cambio positivo. Vea el vídeo del programa VNU para conmemorar el Día Internacional de la Juventud 2014 (en inglés).
Este año, el Día Internacional de la Juventud presta especial atención al tema de los jóvenes y la salud mental, bajo el lema “La salud mental importa”.
Diversos estudios demuestran que las personas que realizan tareas voluntarias experimentan una sensación de bienestar que es fundamental para la salud mental. Algunos de los valores asociados al bienestar, como la solidaridad, la pasión por una causa y el deseo de devolver a la sociedad lo recibido son comunes al voluntariado.
El Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo de 2011, publicado por el programa VNU, dedica un capítulo a examinar “el bienestar y a cómo repercute en él el voluntariado”. Cita el informe de 2009 de la Comisión sobre la medición del rendimiento económico y el progreso social, también conocido como la Comisión Stiglitz, que “considera el bienestar como el objetivo último del desarrollo”.
El voluntariado tiene el poder de transformar las vidas de los jóvenes, pues nos inspira y compromete, aumenta nuestra confianza, nos enseña nuevas habilidades y expande nuestros horizontes.
Millones de jóvenes de todo el mundo se sienten marginados y excluidos a causa de la pobreza, la violencia y los traumas posconflicto, el sexo, la identidad o la discapacidad, y eso los hace especialmente vulnerables a los problemas de salud mental. Estos jóvenes son quienes pueden sentir de manera más profunda los efectos positivos del voluntariado.
En este Día Internacional de la Juventud, el programa VNU desea dedicar una atención especial a aquellos jóvenes que, a través del voluntariado, mejoran su salud mental y se sienten realizados e integrados. Sus historias nos recuerdan que todos y cada uno de nosotros, sea cual sea nuestro origen, identidad, religión, sexo o edad, tenemos la capacidad de cambiar el mundo.
Durante más de 40 años, el programa VNU ha colaborado con gobiernos, la sociedad civil, el sector privado e instituciones académicas para fomentar el voluntariado juvenil, crear entornos que lo favorezcan y movilizar a jóvenes voluntarios. El camino ha sido largo y los avances lentos. En muchos países, los jóvenes incluso carecen del derecho a hacerse voluntarios. En otros, no existe un marco adecuado que garantice la seguridad, igualdad y accesibilidad de las tareas de voluntariado.
Pero también hemos sido testigos de casos de éxito. En Burkina Faso, un proyecto innovador de colaboración entre el Ministerio de Juventud y Empleo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el programa VNU permitió desarrollar la primera ley nacional sobre voluntariado de África occidental y un programa de voluntariado nacional en el que más de 13.000 jóvenes se implicaron en el desarrollo del país. El programa incluía a más de mil profesores jóvenes voluntarios que enseñaban en aulas que estaban abocadas al cierre por falta de personal.
La ley de Burkina Faso sirvió de modelo para desarrollar leyes similares en Togo y Malí, y su programa de voluntariado nacional se utilizó como base para desarrollar los de Senegal y Burundi.
El programa VNU también ayudó a establecer un marco regional para permitir el intercambio de jóvenes voluntarios entre los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), con el fin de facilitar la transferencia crítica de competencias y subsanar las carencias de personal en los servicios públicos. En Liberia, el programa VNU colaboró en la creación de un Servicio Nacional de Jóvenes Voluntarios, que convirtió a los jóvenes en promotores de la paz y la cohesión social en la comunidad con el fin de reconstruir el tejido social y dotar de sentido las acciones de la juventud de Liberia, contribuyendo así al proceso de paz.
En los países árabe, el innovador programa de voluntariado regional del programa VNU genera confianza y facilita el diálogo entre los jóvenes y los gobiernos tras las revoluciones de la Primavera Árabe. En Vietnam, el programa VNU apoyó la creación de una institución nacional para la promoción y la gestión del voluntariado juvenil que permite que los jóvenes de zonas rurales puedan recibir formación y desarrollar competencias a través del voluntariado.
Tras los efectos devastadores de la tormenta tropical Ida en noviembre de 2009, surgió una iniciativa única de cooperación triangular Sur-Sur entre los gobiernos de Brasil y El Salvador y el programa VNU. El proyecto “Escuelas Vivas” movilizó a un equipo de voluntarios brasileños que asesoró a miles de jóvenes salvadoreños en la prevención de desastres, adaptación al cambio climático y seguridad alimentaria. Entre 2011 y 2012, los voluntarios brasileños formaron a los jóvenes salvadoreños en temas de agricultura, salud, nutrición, gestión de riesgos, cuestiones de género y educación.
Durante una tormenta tropical posterior, muchos jóvenes que habían recibido formación participaron de manera voluntaria en la construcción de refugios para más de 500 personas, la evaluación de riesgos de desprendimiento y la distribución de alimentos. El programa VNU y el Gobierno de Brasil están estudiando la posibilidad de cooperar en una segunda fase del programa, que podría ampliarse a otros países de Centroamérica.
En todas estas regiones, los jóvenes voluntarios también realizan una importante labor para mejorar la vida de las personas con discapacidad. La Joven Voluntaria de la ONU Giulia David, de 25 años, cuya asignación ha sido íntegramente financiada por el Gobierno de Italia, trabaja para defender la inclusión de los niños con discapacidades en el sistema educativo público de Túnez y para aumentar la sensibilización sobre los derechos de las personas con discapacidad, especialmente el derecho a la educación. También participa en mejorar la capacitación de los profesores y les enseña mejores prácticas para incluir a los alumnos con discapacidad. Su misión forma parte del acuerdo de colaboración de las Naciones Unidas para promover los derechos de las personas con discapacidad en Túnez.
Giulia asegura que “en Túnez queda mucho por hacer para romper los estereotipos existentes y garantizar que las personas con discapacidades disfruten de todos sus derechos. Afortunadamente, la situación está cambiando gracias a la acción de los ministerios, instituciones públicas, la sociedad civil y los propios discapacitados. Apreciar estos cambios me motiva a seguir trabajando”.
En Churachandpur, un distrito tribal remoto de Manipur, India, los servicios para las personas con discapacidades son limitados. Los centros o profesionales de rehabilitación cualificados son escasos, especialmente en zonas rurales, y esto afecta sobre todo a los niños discapacitados, más necesitados de asistencia.
Cuatro Jóvenes Voluntarios ONU intentan mejorar esta situación colaborando con la comunidad local en la escuela de la Malsawm Initiative (TMI), destinada a niños con necesidades especiales. En la escuela, los voluntarios enseñan a los docentes y a los padres cómo cuidar de los niños con necesidades especiales y promueven el papel de la comunidad local en este proceso. Inspirados por su trabajo, los miembros de la comunidad han prestado sus servicios y su tiempo de manera voluntaria y, como resultado, 25 niños con discapacidades reciben ahora educación y asistencia profesional.
Según Pauzagin Tonsing, Secretario del Centre for Community Initiative (Centro de iniciativa comunitaria), una parte de la Malsawm Initiative, “nos ha sorprendido que, desde que los Voluntarios de las Naciones Unidas trabajan con nosotros, la respuesta de los padres y de la comunidad ha ido progresando de manera positiva y ahora de vez en cuando recibimos solicitudes de padres que quieren que admitamos a sus hijos”.
La voluntaria comunitaria vietnamita Vuong Thi Dung, de 22 años, lleva cinco años dando clases de matemáticas, vietnamita e inglés para niños. Dung tiene una enfermedad medular y da las clases a sus más de 50 estudiantes sentada o postrada en la cama. “Cuando ayudo a los demás no me siento una persona discapacitada. Cada día de mi vida tiene sentido”, afirma Dung. En su caso, el voluntariado no solo ha contribuido a romper los estereotipos que impiden su participación plena en la sociedad, sino que también ha dado sentido a su vida.
Para mejorar su asistencia a las víctimas de la trata de personas, la ONG serbia ASTRA Anti Trafficking Action acudió al servicio Voluntariado en Línea del programa VNU en busca de dos Voluntarios en línea ONU, que se encargaron de investigar y recopilar mejores prácticas en el tratamiento terapéutico de este grupo objetivo. Los Voluntarios en línea ONU elaboraron guías prácticas con recomendaciones sobre tratamientos viables. “Estaba acostumbrada a un gran nivel de actividad profesional y la vida solitaria de estudiante de doctorado me resultaba frustrante, así que empecé a buscar oportunidades para dedicar mi tiempo libre a algo importante”, afirma la croata Lucija Zigrovic. Las guías se distribuyeron también en un seminario para abogados de víctimas de trata de personas para ayudarles a comprender su estado psicológico.
En el Día Internacional de la Juventud 2014, celebremos juntos la labor de millones de jóvenes voluntarios de todo el mundo que, cualesquiera que sean sus circunstancias, aportan su grano de arena para mejorar las vidas de los que les rodean. No solo debemos agradecerles sus acciones, sino también su perseverancia, idealismo y optimismo. Son una verdadera inspiración para todos nosotros.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Leticia Furquet.