Durante el Día de las Naciones Unidas, la Voluntaria de la ONU Chantal Raharimalala, de Madagascar, presenta su trabajo como oficial de asuntos civiles VNU. (Programa VNU, 2014)

Trabajar por la paz y la democracia

Chantal Raharimalala es de Madagascar. Desde julio de 2012, trabaja en Toulepleu, no muy lejos de la frontera entre Côte d’Ivoire y Liberia. Se trata de su cuarto destino como Voluntaria de la ONU en Côte d’Ivoire, donde lleva prestando servicio desde 2007. Su carrera, que ha evolucionado en paralelo a la situación política del país, es un ejemplo perfecto de las múltiples facetas y responsabilidades de los Voluntarios de la ONU, quienes trabajan para consolidar la paz y la democracia.

Chantal Raharimalala es de Madagascar. Desde julio de 2012, trabaja en Toulepleu, no muy lejos de la frontera entre Côte d’Ivoire y Liberia. Se trata de su cuarto destino como Voluntaria de la ONU en Côte d’Ivoire, donde lleva prestando servicio desde 2007. Su carrera, que ha evolucionado en paralelo a la situación política del país, es un ejemplo perfecto de las múltiples facetas y responsabilidades de los Voluntarios de la ONU, quienes trabajan para consolidar la paz y la democracia.

Entre 2007 y 2012, Chantal trabajó como asesora electoral VNU en Korhogo. Su objetivo principal consistía en dar apoyo a 13 comisiones locales para que tuvieran éxito las elecciones presidenciales y legislativas en Côte d’Ivoire.

Chantal también contribuyó a sensibilizar a la población sobre asuntos electorales con el fin de promover una cultura democrática. “En particular, me acuerdo de la noche que siguió a la primera ronda de las elecciones presidenciales. Supervisé a más de cincuenta personas, lo que no es fácil cuando eres una mujer. Conduje cientos de kilómetros en un solo día y no dormí en tres noches, hasta que todos los resultados llegaron a la comisión electoral central de mi zona”.

“Tras la crisis post-electoral de diciembre de 2010, nos evacuaron a Gambia”, recuerda Chantal. Al volver a Côte d’Ivoire en 2011, la destinaron a la atención al cliente de la División de Derechos Humanos, donde respondía llamadas y registraba quejas sobre abusos y violaciones de los derechos humanos. En casos de emergencia, informaba a entidades de la ONU y, en caso de que fuese necesario, a otras organizaciones humanitarias para establecer una respuesta inmediata y apropiada.

Desde julio de 2012, Chantal es oficial de asuntos civiles VNU en la Oficina de Asuntos Civiles de Toulepleu. Da apoyo a los representantes estatales locales y a las administraciones gubernamentales fiscales, aduaneras y locales, mientras se reestructuran a lo largo del país.

Para Chantal, su duro trabajo vale la pena: “Veo cómo vuelve a crecer la confianza dentro de las comunidades locales después de las visitas de la ONUCI y cómo se refleja la paz recuperada en los ojos y las caras de la gente. Puedo ver que la vida se ha reanudado en Toulepleu, en especial en comparación con la situación que existía cuando llegué. La gente vuelve a sus actividades diarias y la situación de seguridad es normal de nuevo. Algunos todavía mantienen dudas sobre el proceso de paz, pero la mayoría tiene confianza en él. Es muy reconfortante”.

Para Chantal, los momentos más duros, aquellos que siguieron a la crisis post-electoral, fueron también aquellos en los que hubo más solidaridad. “Durante la crisis, existía un espíritu familiar que nos ayudó a superar el miedo, el estrés y los momentos difíciles. Trabajar con compañeros de culturas diferentes no siempre es fácil, pero he aprendido mucho de ellos. Una no termina nunca de descubrir y aprender a través de sus vidas”.


Artículo traducido del inglés por el Voluntario de las Naciones Unidas en línea Manuel Escudero.

Toulepleu, Côte d'Ivoire