A menudo nos olvidamos de que el trabajo infantil se encuentra detrás de ciertos bienes de consumo como el cacao o los teléfonos móviles. Uno de los mayores desafíos es luchar contra los males de la globalización.» -- Luca Guanziroli, Voluntario ONU de Argentina en la República Democrática del Congo.
Tras llegar a la República Democrática del Congo en abril de 2012, Luca Guanziroli se unió al equipo de UNICEF en Lubumbashi. Como Oficial para la Protección de la Infancia, se ocupa del programa para luchar contra el trabajo infantil en las minas y canteras de Katanga, y de desarrollar un programa de responsabilidad social de las empresas (RSE) de Katanga. UNICEF me ha confiado la responsabilidad de desarrollar su programa RSE para Katanga, cuenta Luca. Se trata de un programa innovador que exige nuevas ideas y habilidad para innovar en el trabajo, lo cual es muy estimulante. Las visitas al terreno son también un punto fuerte en mi trabajo. Me permiten conocer la realidad del trabajo de los niños en las minas y canteras de Katanga.
Katanga es una región rica en recursos naturales. Allí se encuentra el 34% de las reservas mundiales de cobalto y el 10% de cobre, así como también reservas de níquel, uranio, plomo y plata. A pesar de la inmensa riqueza de la región, el 70% de la población de Katanga vive en la pobreza. Frágiles por la vulnerabilidad de sus padres, los niños van a trabajar a las minas artesanales con el fin de contribuir a los ingresos de la familia.
La lucha contra el trabajo infantil en las minas y canteras es compleja, especialmente porque las explotaciones artesanas se encuentran dentro de un sector informal difícil de controlar y, además, porque el trabajo infantil afecta sobre todo a las familias pobres y está estrechamente ligado a la pobreza, afirma Luca. El principal reto, además de luchar contra el trabajo infantil, es luchar contra la pobreza atacándola desde múltiples frentes, como por ejemplo el analfabetismo, VIH/SIDA, la contaminación del agua, el desempleo, etc., a la vez que se integran otras perspectivas.
Las empresas mineras, principal motor económico de la región, juegan un papel importante en la lucha contra el trabajo infantil. De hecho, las grandes compañías mineras tienen muchos intereses en juego: están preocupadas por el trabajo infantil de los niños en su cadena de producción e intentan frenar esta práctica que representa una amenaza para su imagen. Además, están sujetas a las obligaciones sociales del código de minería que les obliga a poner en práctica proyectos de desarrollo sostenible para las comunidades afectadas por las actividades mineras.
Al desarrollar un programa RSE, UNICEF puede intervenir como asesor empresarial y facilitador para los proyectos de la comunidad comenta el voluntario. Responder al trabajo infantil por medio del apoyo a iniciativas sociales de las empresas es una forma efectiva de reintroducir los problemas relacionados con los derechos de los niños. Estas iniciativas, llevadas a cabo conjuntamente con las comunidades y adaptadas para ellas, representan un cambio real para el desarrollo comunitario y, a su vez, pueden integrarse en los planes de desarrollo socioeconómico de la provincia.
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Biografía: Luca Guanziroli estudió en el Instituto de estudios superiores internacionales y de desarrollo en Suiza. Antes de ser Voluntario de las Naciones Unidas, este argentino de origen italiano trabajó en temas relacionados con el trabajo infantil en la Organización Internacional del Trabajo y la International Cocoa Initiative, una iniciativa internacional para fomentar el cacao, donde supervisaba la puesta en marcha de proyectos comunitarios con el objetivo de eliminar el trabajo infantil en el sector del cacao.