Voluntaria de las Naciones Unidas, María Talé, informando a una mujer indígena acerca del programa de salud y nutrición en una de las comunidades rurales del departamento de Totonicapán. (Programa VNU, 2012)

Voluntariado para mejorar la salud alimentaria y la nutrición en Totonicapán

Me siento muy satisfecha de poder compartir mis conocimientos sobre los derechos humanos en general, derechos de los pueblos y de las mujeres indígenas, derechos sexuales y reproductivos con mujeres y hombres participantes. Si se consiguen ejercitar y respetar todos, los niños y niñas y las mujeres tendrán la oportunidad de gozar de un mejor futuro, una vida saludable, la oportunidad de educarse lo más que puedan y, en general, un nivel de vida adecuado a sus edades y necesidades.

Totonicapán, Guatemala: Mi nombre es María Concepción Talé Tacam, mujer maya K´iché, originaria del departamento de Totonicapán, Guatemala. Soy Voluntaria de Naciones Unidas asignada al Programa Conjunto Alianzas para mejorar la situación de la infancia, la seguridad alimentaria y la nutrición, que se desarrolla en los 8 municipios del departamento. El propósito del programa es minimizar los altos índices de desnutrición crónica, índices que ubican al departamento de Totonicapán en el primer lugar a nivel nacional.

El programa se enmarca en la estrategia del sistema de Naciones Unidas y promueve la agilización del logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) especialmente aquellos que pretenden erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad infantil y reducir las consecuencias que atentan contra la vida de las mujeres y la salud materna.

Mi labor dentro del programa es la promoción de los derechos humanos, con especial énfasis en el derecho a la salud y a la nutrición. Nuestro propósito es informar y crear conciencia y sensibilización en las familias que viven en comunidades rurales donde el programa desarrolla sus acciones. Las actividades se llevan a cabo en un ambiente de confianza y en el idioma materno, un aspecto muy importante porque permite una mayor conexión con las personas y con la realidad en que viven los pueblos y las mujeres indígenas de las comunidades rurales del departamento de Totonicapán.


Me siento muy satisfecha de poder compartir mis conocimientos sobre los derechos humanos en general, derechos de los pueblos y de las mujeres indígenas, derechos sexuales y reproductivos con mujeres y hombres participantes. Si todos estos derechos son ejercitados y respetados, los niños y niñas y las mujeres tendrán la oportunidad de gozar de un mejor futuro, una vida saludable, la oportunidad de educarse lo más que puedan y, en general, un nivel de vida adecuado para sus edades y necesidades.

Constantemente motivo y revalorizo el trabajo voluntario que realizan mujeres y hombres,  jóvenes y adultos, en la promoción de los derechos en salud y nutrición, ya que tienen bajo su responsabilidad acompañar a las familias de su comunidad para que mejoren sus prácticas, que modifiquen sus costumbres y que asuman actitudes responsables en  el cuidado de la salud y la alimentación de su familia. Esto lo realizan con mucho entusiasmo ya que ellos mismos han experimentado los cambios en su vida personal.

La asignación me ha aportado mucha riqueza de conocimiento sobre la cultura, costumbres y tradiciones, así como también de la problemática que se vive en cada comunidad y de cómo sobreviven el día a día. He compartido muchos conocimientos y experiencias, especialmente con las mujeres indígenas, retomando en cada dialogo el enfoque de derechos, igualdad de género, el respeto y el apoyo mutuo que debe existir siempre entre nosotras.