La realización de estas misiones facilitará la elaboración de un plan de incidencia para mejorar las condiciones de trabajo, salud y alimentación de los trabajadores rurales.
Ciudad de Guatemala, Guatemala: Empecé mi asignación como Voluntaria de las Naciones Unidas en octubre de 2010. Ya había vivido y trabajado como voluntaria anteriormente en Guatemala, pero mi experiencia actual me ha posibilitado ver el país desde otro prisma.
Como voluntaria, fui asignada para trabajar en la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH) en el área de derechos económicos, sociales y culturales. Mi trabajo consiste, de manera general, en observar e informar sobre la situación de los derechos económicos, sociales y culturales a fin de asesorar a las autoridades guatemaltecas en la formulación y aplicación de políticas, programas y medidas para promover y proteger los derechos humanos en Guatemala.
Como parte de mi trabajo, realizo varias misiones de observación al terreno, para dar seguimiento a casos específicos de violaciones de derechos humanos, bien como para averiguar cómo se están implementando (o no) determinados derechos económicos, sociales y culturales.
En los últimos meses, he participado de tres misiones al interior de Guatemala, en las cuales se buscó identificar las principales violaciones de derechos humanos que ocurren en el contexto del trabajo agrícola. En estas misiones, pude entrevistarme con varias organizaciones campesinas y con trabajadores rurales que laboran en fincas de diferentes cultivos. También tuve la oportunidad de reunirme con funcionarios del Estado, responsables por la fiscalización e implementación de los derechos laborales, derecho a la salud y derecho a la alimentación.
La realización de estas misiones facilitará la elaboración de un plan de incidencia para mejorar las condiciones de trabajo, salud y alimentación de los trabajadores rurales.
El trabajo que vengo desarrollando en la OACNUDH ha sido bastante desafiante, pero al mismo tiempo, gratificante. Es desafiante en el sentido que uno tiene que depararse con realidades bastante estremecedoras, sabiendo que algunas de estas realidades no tienen cómo ser cambiadas a corto plazo. Por otro lado, el mismo hecho de que el trabajo sea desafiante hace que los logros obtenidos sean sumamente gratificantes. Es muy satisfactorio, por ejemplo, percibir que el trabajo de incidencia que realiza la OACNUDH en los casos de inseguridad alimentaria, muchas veces resulta en una respuesta de las instituciones del Estado responsables por la implementación del derecho a la alimentación.
Además de los logros profesionales que el trabajo me ha proporcionado, siento que esta experiencia también me ha ayudado a reflexionar sobre la realidad de los derechos humanos en mi propio país (Brasil). La posibilidad de trabajar en un país distinto del suyo permite establecer comparaciones sobre la situación de los derechos humanos en diferentes lugares, e identificar en qué aspectos la situación en su propio país ha avanzado y en que aspectos podría mejorar.
Me alegro mucho de tener la oportunidad de trabajar como Voluntaria de las Naciones Unidas en Guatemala, y espero que mi relato pueda servir de inspiración a otras personas que quieran contribuir a la promoción de los derechos humanos y del voluntariado.