En mi asignación como Voluntaria de las Naciones Unidas internacional con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), trabajando en el Programa Regional de Ayuda Humanitaria para África Occidental y Central en Dakar, una de mis responsabilidades es asegurar que las acciones humanitarias incluyen perspectivas de género y diversidad.
Dakar, Senegal: En mi asignación como Voluntaria de las Naciones Unidas internacional con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), trabajando en el Programa Regional de Ayuda Humanitaria para África Occidental y Central en Dakar, una de mis responsabilidades es asegurar que las acciones humanitarias incluyen perspectivas de género y diversidad.
El objetivo de este programa es garantizar que se tienen en cuenta las necesidades de mujeres, niñas, hombres y niños de todas las edades durante la elaboración y la ejecución del Plan de Respuesta Humanitaria.
La integración de la perspectiva de género no sólo ayuda a hacer frente con eficacia a las necesidades en materia de ayuda humanitaria, sino que es también una herramienta de empoderamiento de las mujeres y puede contribuir a cambiar el equilibrio de poder entre mujeres y hombres en las comunidades.
Del 11 al 16 de julio, me uní a colegas en Níger para facilitar dos cursos de formación destinados a fortalecer las capacidades de los actores humanitarios que intervienen en Diffa, una comunidad del norte de Níger que acoge a miles de refugiados procedentes de Nigeria y desplazados como resultado de los ataques de Boko Haram.
Los participantes procedían de diferentes agencias de la ONU, así como de ONG internacionales y locales. El Gobierno del Níger estuvo representado por el Ministerio de Acción Humanitaria y Gestión de Catástrofes.
ONU Mujeres se aseguró de que la formación se realizara una semana antes del Plan de Respuesta Humanitaria para 2017, a fin de que los participantes usaran los conocimientos adquiridos en el proceso de planificación. Esta formación también tenía como objetivo corregir los errores cometidos durante la planificación del Plan de Respuesta Humanitaria para 2016, durante el cual no se tuvieron en cuenta las necesidades específicas de género, por lo que fue difícil desarrollar planes de respuesta sectoriales sensibles al género.
Espero que esta formación ayude a los actores humanitarios a corregir estas deficiencias. Todas las organizaciones tienen una política de género, pero por desgracia esta no se aplica de forma coherente. Esto se explica, en parte, por una falta de interés por este tema y por un desconocimiento de las herramientas necesarias para aplicar la perspectiva de género.
Me siento muy agradecida de formar parte de ONU Mujeres como Voluntaria de las Naciones Unidas y de poder contribuir a su mandato, a la vez que desarrollo mis capacidades.