Sri Lanka es una nación con una rica cultura de voluntariado enraizada en las actividades cotidianas de sus ciudadanos. Por esta razón, el voluntariado es una norma que está en nuestro subconsciente y que forma parte de la vida de todo el mundo, incluida la mía. Pero trabajar como Joven Voluntaria ONU fue una experiencia que me cambió la vida. Me ayudó a descubrir que los jóvenes tienen la capacidad y dedicación necesarias para contribuir a las iniciativas nacionales a través del voluntariado.
He prestado servicio como Voluntaria de la ONU nacional en Sri Lanka. Durante esa época, algo que encontré muy interesante fue la oportunidad de trabajar con voluntarios muy diferentes entre ellos, ya sea en género, etnicidad, idioma o religión.
Una de mis primeras experiencias como Voluntaria de la ONU en 2013 fue tomar parte en un proyecto de reconciliación llamado Programa de Escuelas Hermanadas (TSP, por sus siglas en inglés), que tenía como objetivo llenar el vacío entre escolares afectados por el conflicto civil de Sri Lanka.
Como joven miembro de la Fuerza de trabajo de Voluntarios ("Fuerza V", puesta en marcha por el programa VNU en Sri Lanka), formaba parte de un equipo de coordinación compuesto por tres personas que facilitaba la organización y administración del Programa TSP.
Conseguimos que figuras públicas y profesionales provenientes de campos como el deporte y las artes creativas contribuyeran con sus esfuerzos voluntarios en una serie de actividades que tuvieron lugar a lo largo de cinco días y que incluyeron un “Carnaval de profesiones” y un “Show cultural”.
No fue solo el Programa de Escuelas Hermanadas lo que marcó la diferencia; creo que ver a un grupo de voluntarios diversos unirse por una causa común fue un ejemplo valioso que aportamos a la vida de los niños participantes.
Sentí que nuestra implicación como voluntarios tuvo un impacto significativo, ya que contribuimos a alimentar un sentimiento de pertenencia entre los niños, allanando el camino hacia la reconciliación post-conflicto. Creo que los Voluntarios de la ONU pueden ser ejemplos de conducta para el cambio social y la reconciliación.
Otra oportunidad memorable se presentó al involucrarme, en 2016, como Voluntaria ONU nacional en el Comité de Representaciones Públicas (PRC, por sus siglas en inglés). Fue una oportunidad única para participar como joven en una iniciativa nacional sobre la reforma constitucional.
Trabajando como Oficial de Coordinación adscrita al PRC dentro de la Oficina del Primer Ministro, junto con otro compatriota también Voluntario ONU, ayudé en la traducción, documentación, gestión de datos y proceso de registro informático que resultó en el “Informe de recomendaciones”, que fue presentado a la Asamblea Constitucional. También aglutinamos a 70 voluntarios de la "Fuerza V" con diferente formación en Derecho y Ciencias Sociales que pusieron sus habilidades y conocimientos al servicio del PRC. Realmente, fue una oportunidad única en la vida para que los jóvenes de Sri Lanka contribuyeran al desarrollo de nuestro país.
Mi experiencia como Voluntaria ONU nunca se limitó solo a donar voluntariamente mi tiempo y mis conocimientos. Ser voluntaria me ha convertido en una persona más empática, consciente de la dura realidad y del sentido de ser una joven y activa ciudadana de Sri Lanka. Ser voluntaria me ha dado la oportunidad de guiar a otros compañeros voluntarios al mismo tiempo que abogaba por el cambio y era a la vez un ejemplo del cambio y el progreso que el voluntariado puede lograr. La naturaleza tan diversa del trabajo en el que he tomado parte y el gran grupo de voluntarios con el que he tenido el privilegio de trabajar me ha hecho ver el voluntariado como algo más que un simple trabajo o afición: más como un estilo de vida; un estilo de vida que hace posible trabajar en el desarrollo del país al mismo tiempo que inspira a otros mediante el espíritu del voluntariado.
A mis compañeros jóvenes voluntarios: os animo a buscar en vuestro interior las cosas que os inspiran para ser parte de esta trascendental "Fuerza V" y que encendáis el mismo fuego en los jóvenes de vuestro entorno. Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que nadie quede excluido.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Esperanza Escalona Reyes.