En los últimos seis años el Líbano ha sido el centro de una de las crisis humanitarias más graves de nuestro tiempo. Los acontecimientos en Siria han puesto a dura prueba las ya difíciles condiciones sociales, económicas, demográficas y políticas del Líbano, pese a lo cual el país ha brindado refugio a más de un millón de desplazados. Para hacer frente a las repercusiones de una situación destinada a prolongarse se necesitaba una respuesta en gran escala que mitigara el impacto de la crisis entre las poblaciones más vulnerables, tanto de desplazados como comunidades de acogida. El programa VNU apoyó al PNUD en este proyecto destinando a Voluntarios ONU en distintos puntos del Líbano.
En 2013 el Programa de Apoyo a las Comunidades de Acogida (LHSP, por sus siglas en inglés) fue lanzado de forma conjunta por el Ministerio de Asuntos Sociales (MAS) del Líbano y el PNUD en el marco del Plan de Respuesta del Líbano a la Crisis (LCRP, por sus siglas en inglés). Las poblaciones-objetivo del programa, que apunta a la reducción de las tensiones entre comunidades de acogida y desplazados, son las más vulnerables de las comunidades libanesas que acogen refugiados sirios.
Seis Voluntarios ONU nacionales, asignados al LHSP en localidades y misiones diferentes, están colaborando de manera activa para mitigar el impacto de la crisis y asegurar un desarrollo sostenible. Gracias a sus perfiles neutrales, los seis Voluntarios ONU han conseguido ser catalizadores del cambio dentro de las comunidades en las que actúan y prestan su colaboración en los múltiples frentes de la crisis humanitaria. "Hoy más que nunca necesitamos apoyar a las municipalidades y a las comunidades de acogida. Estoy convencido de que estamos en condiciones de prestar esta asistencia. El programa LHSP es seguramente todo un hito por la forma en que respondemos a las necesidades aquí en el Líbano", dice Philippe Lazzarini, Coordinador Residente y de Asuntos Humanitarios de la ONU y Representante Residente del PNUD en el Líbano.
En una sociedad fragmentada, la presencia de Voluntarios ONU nacionales asegura respeto y empatía entre las comunidades
Los resultados tangibles alcanzados por el LHSP en virtud del apoyo de los Voluntarios ONU se clasifican en cuatro áreas: incremento de las oportunidades económicas y de los medios de vida; fortalecimiento de la capacidad de los agentes locales para entregar servicios básicos; mayor seguridad dentro de las comunidades con mejor resolución de disputas a nivel local; y fortalecimiento de la capacidad del Gobierno del Líbano para responder al flujo entrante de sirios desplazados.
Los Voluntarios ONU ejercen un impacto concreto en el trabajo del LHSP y contribuyen al éxito de numerosos proyectos:
“Cuando reviso y verifico la bondad de los datos del proyecto, asisto a grupos de opinión en las municipalidades o me coordino con quienes se encuentran en el terreno, me siento orgullosa de esta oportunidad de servir a nuestro país en un proyecto que apunta a asegurar estabilidad y crear paz” —Rola Abou Zaki, Voluntaria ONU nacional
Prioridad a los más vulnerables
Marcar la diferencia en las comunidades más vulnerables del Líbano significa aumentar la esperanza de sus integrantes y a la vez participar en uno de los proyectos más eficaces de mitigación del impacto de la crisis siria. “He logrado ayudarme y ayudar a los demás a ser una persona mejor”, afirma. “En definitiva, nos elevamos solamente cuando elevamos a los demás”, dice Anthony Bou Moussa, Voluntario ONU nacional de 23 años que presta servicio con el LHSP.
Rana Sadder, una madre de 25 años, es una de los 680 participantes en el Proyecto de Empleabilidad Juvenil, una iniciativa de capacitación vocacional y técnica para que los jóvenes mejoren sus perspectivas de empleo. Los proyectos en apoyo de los jóvenes realizados a través del LHSP han contribuido al logro de los ODS abordando prioridades urgentes tales como la igualdad de género y el acceso a oportunidades laborales decentes. Hasta la fecha el LHSP ha impactado a 822.010 personas, el 51% de las cuales son mujeres.
Por fin puedo decir que he vuelto a caminar con mis propios pies. Ya no pienso en el pasado, ahora miro hacia el futuro y veo que esta oportunidad me ha cambiado para mejor y me ha ayudado a organizar una nueva vida”, explica Rana.
Nour Rahhal, Voluntaria ONU nacional, carga datos y monitorea los test biopsicosociales que se realizan en las escuelas públicas, los centros de desarrollo social y los centros primarios de salud. Además, redacta los resultados de los planes sociales y sanitarios, y proporciona actualizaciones periódicas a los supervisores de los proyectos en los que es voluntaria.
El LHSP asumió un reto aún mayor al proporcionar apoyo a las municipalidades para que crearan la capacidad local de ofrecer tanto a las comunidades huéspedes como a los desplazados un mejor acceso a los servicios básicos.