Los Voluntarios de las Naciones Unidas prestan apoyo sanitario vital a la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia (UNSOM) y a muchos de sus asociados activos en el terreno. Además, proporcionan recursos humanos necesarios para que la Misión mantenga operaciones saludables en el país. A pesar de todos los obstáculos, estos Voluntarios de la ONU brindan servicios médicos continuos y de capacitación que sustentan la salud de los asociados y del personal de las Naciones Unidas y refuerzan la capacidad de la ONU para cumplir con su mandato en el país.
Voluntarios de la ONU que prestan servicio en la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia (UNSOM) tienen un conjunto único de desafíos. La situación de seguridad es tal que la circulación independiente está altamente restringida, por no decir casi imposible. El entorno volátil plantea continuos riesgos de seguridad tanto para las poblaciones locales como para el personal de las Naciones Unidas. Atentados suicidas, secuestros, asaltos y robos, todos exasperados por la amenaza constante de hambruna y la desesperación que nace de la crisis económica que asola al país, imponen a todo el personal de la ONU un código estricto de conducta que limita en gran medida el potencial para la interacción con las poblaciones locales.
En Mogadishu, el día comienza rutinariamente con una encuesta llevada a cabo por los Voluntarios de la ONU para asegurar su ubicación y seguridad mediante el envío de mensajes, llamadas telefónicas y con la comunicación con el personal de apoyo de varias agencias de la ONU.
Los Médicos y Oficiales Voluntarios de las Naciones Unidas y parte del Equipo de Respuesta ante Emergencias Médicas de las Naciones Unidas (UNMERT) son esenciales para las operaciones del Departamento de Seguridad (DS) en Somalia. El equipo médico apoya la Misión al asegurar, en primer lugar, la salud de su personal, un elemento crucial de las operaciones de la ONU en áreas remotas y aisladas donde se puede proporcionar poco o ningún apoyo externo.
Además de las necesidades de los organismos de las Naciones Unidas en el país, estos Voluntarios de la ONU ofrecen regularmente capacitación a personal médico y paramédico fuera de las operaciones de la ONU, compartiendo sus conocimientos con la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), las Fuerzas Armadas Nacionales del Sudán y una variedad de asociados nacionales involucrados en el proceso de paz somalí. Actualmente, diez Voluntarios de las Naciones Unidas internacionales prestan servicios médicos en la Misión.
El programa VNU es un asociado predilecto cuando se refiere a esta misión, ya que es un valioso puente entre nosotros como misión y la comunidad somalí. Algunos voluntarios han trabajado en otras misiones con mandatos similares y vienen con una rica experiencia; por ejemplo, nuestros oficiales médicos y enfermeros Voluntarios de la ONU ofrecen atención médica a parte de nuestro personal y sus subordinados” --Amadu Kamara, Director de la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo en Somalia (UNSOS).
Las formaciones ofrecidas por estos Voluntarios de la ONU apoyan el desarrollo de capacidades médicas en Somalia, abarcan todo lo que incluye apoyo vital básico, apoyo avanzado de vida cardiaca, soporte vital básico y avanzado en el trauma pre-hospitalario, educación para la salud pública y prevención del VIH/SIDA. Además, los Oficiales Médicos Voluntarios de la ONU participan en la preparación e implementación avanzada de la respuesta de incidencia de víctimas masivas, evacuación médica y evacuación de bajas, garantizando a través de sus sesiones de entrenamiento que todos los procedimientos operativos estándar sean observados.
«La verdadera esencia del voluntariado que veo en estos Voluntarios de la ONU cada día, además de la dedicación desinteresada que se necesita en las operaciones de mantenimiento de la paz y de consolidación de la paz, es verdaderamente inspiradora», dice Joseph Okalebo, Oficial del programa VNU en Somalia. «Los Voluntarios de la ONU, a través de su servicio diario, prestan una ayuda que reforzará a Somalia como país para avanzar más allá de su difícil pasado y comenzar a reconstruirse de nuevo. Este tipo de compasión y dedicación es necesaria para que Somalia no se quede atrás en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y logre una paz duradera».
La limitada interacción entre los Voluntarios de la ONU y las comunidades locales ha demostrado ser un obstáculo importante para su servicio voluntario más allá de las tareas de sus asignaciones, limitando las oportunidades de compromiso con grupos vulnerables. A pesar de su deseo de estar más involucrados con las comunidades locales, las preocupaciones de seguridad simplemente prohíben su libre circulación fuera del recinto de la ONU, un obstáculo aún más difícil de aceptar para aquellos que están obligados a servir de forma remota desde Nairobi, Kenya; y la obtención de las autorizaciones de seguridad necesarias para viajar es difícil incluso en las mejores circunstancias. Quizás un día no muy lejano la paz regresará a Somalia y esta situación cambiará.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Ana Lainez.