En el mundo seis de cada diez niñas son víctimas de la violencia. En Togo la violencia y el acoso sexual, así como los embarazos precoces en edad escolar, son obstáculos para la educación de las jóvenes. Trivializar la violencia sufrida durante la adolescencia genera una espiral infinita que se perpetúa en la edad adulta.
"Voces contra la Violencia" Togo es un proyecto valorado en 85.000 dólares, financiado y ejecutado por el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) en Togo entre octubre de 2016 y abril de 2017. Se basa en un programa de educación informal desarrollado por ONU Mujeres y la Asociación Mundial de Guías y Scouts que apunta a luchar contra la violencia de género, visibilizando entre los estudiantes de secundaria las raíces de la violencia, las formas de prevenirla y las soluciones posibles. La capacitación introduce formas interactivas centradas en los jóvenes para hablar de relaciones y de igualdad de género en un entorno protegido, y reivindica el derecho de las jóvenes a vivir sin violencia ni miedo.
Considerando que el voluntariado y la juventud son herramientas esenciales para la transformación social, el proyecto de Togo abordó la capacitación de 500 maestros nacionales voluntarios. El objetivo del proyecto era que los docentes adoptaran conductas sanas y no violentas, y a su vez impartieran el programa en sus aulas y sus comunidades. Gracias al apoyo de los Cuerpos de Paz voluntarios, la Asociación de Guías y Scouts de Togo organizó once sesiones de capacitación de tres jornadas en cada región del país. Un total de 500 maestros voluntarios y 50 Guías y Scouts recibieron formación acerca del uso del programa, que cubrió 265 escuelas secundarias.
A su vez cada maestro capacitó a un promedio de 100 estudiantes, con lo que se elevó a más de 50.000 el número de alumnos alcanzados por el proyecto. Por su parte, los voluntarios capacitados sensibilizaron a más de 5.000 maestros, a sus familias y a sus comunidades, difundiendo los temas de los cursos entre miles de jóvenes y cientos de aldeas.
Para el 99% de los maestros, el curso fue útil y aportó nuevas técnicas para resolver problemas que suelen presentarse en las comunidades. El estudio de los cuestionarios de evaluación muestra que después de los cursos se produjo un cambio significativo en la percepción de los roles de género y de las causas de la violencia contra las mujeres, tanto entre los maestros como entre los estudiantes. El monitoreo de 240 maestros capacitados desveló que, después de los cursos, se descubrieron más de 200 casos de violencia que habían pasado inadvertidos y que los estudiantes informados los condenaron abiertamente.