El acceso a la asistencia sanitaria es un derecho humano fundamental. Todas las personas, especialmente aquellas pertenecientes a comunidades marginadas, merecen recibir los servicios de atención primaria de salud esenciales para construir sociedades prósperas y sostenibles. Emmanuel Musonda, Voluntario ONU que presta servicio en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), describe la manera en la que promueve la igualdad y la inclusión en el acceso a la asistencia sanitaria para los refugiados en Zambia.
Me llamo Emmanuel Chileshe Musonda, y actualmente presto servicio como Voluntario ONU y Auxiliar de Salud y Nutrición en la oficina sobre el terreno del ACNUR en Kawambwa, en el asentamiento de refugiados de Mantapala. Como Voluntario ONU, apoyo principalmente la planificación, la ejecución y el análisis de proyectos en materia de salud y nutrición en el asentamiento de refugiados. Desde un punto de vista estratégico, proporciono orientación técnica y recomendaciones programáticas sobre el diseño general y el enfoque de los programas de salud pública y nutrición en el asentamiento.
Además, garantizo la participación de la comunidad en los programas de salud pública y nutrición en el asentamiento, recopilando las diversas opiniones de todas las partes interesadas (hombres, mujeres, niñas y niños, adolescentes, jóvenes, personas mayores, personas con discapacidad y otros) y ayudando a los asociados a aplicar enfoques inclusivos en la ejecución de los programas de salud en el asentamiento.
Durante mi misión, he aprendido que el compromiso y la participación de la comunidad desempeñan un papel importante en el buen funcionamiento de los programas sanitarios comunitarios. Las personas están más dispuestas a respaldar ideas e iniciativas cuando se involucran desde el principio.
Me entusiasma promover la inclusión. Cuando las personas participan en programas dirigidos a ellas, los resultados son más significativos y eficaces. --Emmanuel Chileshe Musonda, Voluntario ONU y Auxiliar de Salud y Nutrición, oficina del ACNUR en Zambia
En el desempeño de mi labor, he coordinado diferentes tipos de programas sanitarios, como aquellos relacionados con la malaria, la salud reproductiva, el VIH/Sida y la salud mental. Junto con el gobierno de Zambia, otros organismos de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y otros asociados, hemos garantizado la prestación eficaz de servicios de salud pública y nutrición a las comunidades de acogida y de refugiados en el asentamiento de refugiados de Mantapala.
Además, he contribuido al desarrollo de un sistema de información sanitaria eficaz que integra instrumentos de recopilación y supervisión de datos con instrumentos de seguimiento y notificación que incluyen indicadores sanitarios básicos. Esto ha garantizado una mayor eficacia a la hora de proporcionar informes adecuados, actualizaciones oportunas y reuniones informativas a todas las partes interesadas, los donantes y la dirección.
Mientras prestaba servicio como Voluntario ONU, aprendí la habilidad de gestionar un entorno de trabajo difícil para lograr los objetivos del programa establecidos. He comprendido la importancia del trabajo en equipo y el valor de la diversidad en la prestación de servicios sanitarios básicos equitativos, especialmente en el contexto de una comunidad de refugiados. --Emmanuel Chileshe Musonda
Uno de los logros de los que me siento orgulloso como Voluntario ONU es el apoyo al Ministerio de Sanidad para aumentar la accesibilidad de los servicios sanitarios especializados entre los refugiados del asentamiento de Mantapala. Gracias a las actividades del programa, pudimos ofrecer a 588 personas de interés (313 mujeres y 275 hombres) servicios sanitarios clave, como aquellos relacionados con la salud mental, la fisioterapia, la odontología, la revisión ocular, la circuncisión masculina y el tratamiento para el cáncer cervicouterino.
Instalamos aire acondicionado y camas en las farmacias y facilitamos la construcción y el equipamiento del centro de aislamiento frente a la COVID-19. Además, ayudé a vacunar a más de 1.000 refugiados en el asentamiento.
El voluntariado me ha aportado muchas satisfacciones y ha resultado ser una fuente de motivación. Me siento muy satisfecho cuando veo que la vida de otras personas mejora gracias a mis intervenciones y esfuerzos. --Emmanuel Chileshe Musonda