La consolidación y el mantenimiento de la paz son una prioridad absoluta para la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS). Esta misión acoge a 448 Voluntarios ONU, de los cuales el 43 % son mujeres. Se trata principalmente de Oficiales de Asuntos Civiles y Derechos Humanos, Auxiliares de Operaciones Aéreas y de Inventario, y Médicos. Con motivo del Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas, los Voluntarios ONU Silvia Kavrochorianou y Salil Shah comparten sus experiencias como Oficiales de Asuntos Civiles en la UNMISS.
“Hace falta un pueblo para criar a un niño. Lo mismo ocurre con el mantenimiento de la paz”
Silvia Kavrochorianou (Moldova), Voluntaria ONU y Oficial de Asuntos Civiles con la UNMISS
Los sursudaneses son auténticos amantes de la paz. He conocido a jóvenes y mujeres que se esfuerzan por ayudar a sus comunidades a adoptar una cultura de paz y conciliación. Con nuestro apoyo, el pueblo de Sudán del Sur puede lograr una paz sostenible para su futuro. Mi departamento, la Oficina de Asuntos Civiles, ha facilitado con regularidad mi participación con otros compañeros en diversos foros de consolidación de la paz, en los que es fácil darse cuenta de lo audaces y expresivos que se están volviendo los jóvenes sursudaneses a la hora de abordar sus desafíos locales. Los niveles de disposición de las poblaciones locales para fortalecer una paz duradera entre sus comunidades son cada vez mayores.
Cuando me incorporé a la misión en 2020, pensé que me resultaría muy difícil integrarme en un entorno tan diferente al que estaba acostumbrada. No obstante, me acogió un equipo maravilloso que me ha apoyado mucho a lo largo de mi misión. Mis compañeros siempre están dispuestos a compartir sus conocimientos conmigo, pues creen firmemente que la clave de un trabajo bien hecho es el trabajo en equipo. Mi supervisor ha compartido conmigo uno de los consejos más valiosos que he recibido: “Si quiere que su contribución tenga un mayor efecto, empiece por entablar amistad con los miembros de la comunidad local: son las personas más auténticamente afectuosas que podrá conocer”. A lo largo de estos dos años de misión en Sudán del Sur, llegué a comprender el verdadero significado de sus palabras.
En el departamento de la División de Asuntos Civiles, me ocupo sobre todo de las tareas relacionadas con la supervisión y la presentación de informes. Mi objetivo es mantener un alto nivel de conciencia situacional, y garantizar al mismo tiempo una cooperación, una coordinación y un intercambio de información eficaces. Además, respaldo las actividades de gestión de crisis en la zona de la misión.
Apenas un mes después de que comenzara mi tarea como Voluntaria ONU en Sudán del Sur, el país instauró un confinamiento para contener los efectos de la pandemia de COVID-19, lo que afectó gravemente al modus operandi de las actividades encomendadas al departamento de Asuntos Civiles de la UNMISS. Sin embargo, este departamento son los ojos y los oídos de la misión. Por lo tanto, tuvimos que mantener un nivel sostenible de interacción con las comunidades, al tiempo que respetábamos con firmeza las medidas preventivas contra la COVID-19.
La principal lección que aprendí a través de mi trabajo, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19, fue que el virus de la COVID-19 no tiene fronteras, ni tampoco la paz. Las actividades de mantenimiento de la paz nunca pueden esperar, a pesar de los desafíos programáticos. Tenemos que crear opciones en línea para la participación de la comunidad y el fomento de la colaboración con nuestros asociados de la sociedad civil.
Me alegra ser testigo del efecto que puede tener la labor de un voluntario. Cada vez que interactúo con los jóvenes y las mujeres locales en nuestros foros comunitarios, nos comunican lo importante que es nuestra contribución. La mayoría de ellos están dispuestos a unirse al equipo nacional de voluntarios sobre el terreno. Parece que predicamos con el ejemplo y eso me enorgullece especialmente.
Una larga trayectoria comienza con el primer paso. Animo a cualquier persona que quiera apoyar a las comunidades necesitadas a dar ese primer paso, independientemente de su sexo, edad u origen. No hay nada más gratificante que poder contribuir (con el trabajo, el tiempo y la experiencia) a la consolidación y el mantenimiento de la paz para quienes lo necesitan desesperadamente.
En África, dicen que hace falta un pueblo para criar a un niño. Lo mismo ocurre con el mantenimiento de la paz. Se necesitan los esfuerzos de todos nosotros para garantizar una paz sostenible. No permanezcamos callados e indiferentes cuando existen millones de personas necesitadas. --Silvia Kavrochorianou, Voluntaria ONU y Oficial de Asuntos Civiles de la UNMISS
Como voluntario, es necesario estar preparado para un cambio de mentalidad. Me encuentro en la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Sudán del Sur con el objetivo principal de aportar mi contribución voluntaria al cumplimiento del mandato de la misión. Me complace admitir que he ganado más de lo que he aportado. Esto se ha materializado en las oportunidades que he tenido de conocer a personas increíbles de todo el mundo, de entablar amistades y de trabajar con un equipo increíblemente solidario en el departamento de Asuntos Civiles de la UNMISS.
“Me siento impresionado e inspirado por la fuerza y la resiliencia de las personas a las que prestamos servicios”
Salil Shah (Canadá), Voluntario ONU y Oficial de Asuntos Civiles con la UNMISS
Me incorporé a la UNMISS en marzo de 2022 y trabajo en la División de Asuntos Civiles. Ayudo a los equipos sobre el terreno que prestan servicios a las comunidades en diferentes estados de Sudán del Sur y estoy en contacto con ellas. Tengo experiencia en gestión de conflictos, seguridad y desarrollo. Anteriormente, trabajé en una organización no gubernamental canadiense en un proyecto llevado a cabo en colaboración con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Trabajo en la oficina central de la División de Asuntos Civiles de la UNMISS. El departamento participa en diferentes programas de consolidación de la paz y desarrollo en distintos estados de Sudán del Sur. Estas intervenciones de los programas son únicas y están adaptadas a los diferentes contextos culturales, humanitarios y de desarrollo imperantes. Mi función es garantizar que la labor de nuestros equipos sobre el terreno que coordinan estos programas se facilite de forma rápida, eficiente y eficaz. Esto implica diversos elementos de gestión y coordinación del programa, entre los que se incluyen la asistencia en la documentación, la elaboración de propuestas y la presentación de informes.
Los proyectos puestos en marcha por los equipos sobre el terreno ayudan a mantener la paz en todo el país. Muchas de nuestras intervenciones se orientan hacia el fortalecimiento de los mecanismos de paz comunitarios y las estructuras tradicionales existentes, lo que sitúa a las comunidades locales en el centro de nuestra programación y garantiza un efecto sostenible.
Un aspecto importante que se debe tener en cuenta es que los distintos estados y comunidades de Sudán del Sur tienen diferentes problemas y desafíos derivados de conflictos. Por lo tanto, aplicamos diferentes enfoques en diversos contextos a la hora de concebir las intervenciones de nuestros programas. Mediante la participación de los dirigentes y los mecanismos de diálogo tradicionales, hemos podido reforzar la capacidad de los miembros de la comunidad en distintos estados para que se impliquen en la mediación y la prevención de conflictos.
En un mundo cada vez más vulnerable, todos debemos colaborar por nuestra humanidad compartida. Todos nos necesitamos. --Salil Shah, Voluntario ONU y Oficial de Asuntos Civiles con la UNMISS
La dinámica operativa de nuestra labor en Sudán del Sur es bastante singular y variada, por lo que dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a comprender los distintos contextos y sensibilidades de nuestras relaciones con las comunidades. El trabajo en contextos humanitarios puede plantear a menudo problemas de acceso a las necesidades, por lo que a menudo debemos adaptarnos a las circunstancias imperantes. Una de las lecciones que he aprendido es que nunca hay que dar nada por sentado. Aspectos como la paz y el acceso a las necesidades básicas como los alimentos y la vivienda no son privilegios a los que todo el mundo tenga acceso.
Tengo el honor de trabajar en un equipo muy solidario y bien coordinado en la UNMISS. Lo que destaca de nuestra labor en el departamento es la magnitud y el efecto de nuestras operaciones. Como Voluntario ONU que presta servicio en un contexto de paz, se aprenden rápidamente muchos aspectos debido a la naturaleza dinámica de las operaciones. A pesar de lo que a menudo parecen pequeños logros, cada día me siento impresionado e inspirado por la fuerza y la resiliencia de las personas a las que prestamos servicios.