El Proyecto de Acceso Global y Distribución de Beneficios (ABS) del PNUD-GEF reconoce el valor de los conocimientos tradicionales y el papel de las mujeres en su preservación y transmisión a las nuevas generaciones. Apoyado por el programa VNU, el proyecto promueve la participación de mujeres de poblaciones indígenas como voluntarias para la implementación del Protocolo de Nagoya. Sus vastos conocimientos tradicionales y en recursos genéticos convierten a estas mujeres en científicas a nivel local.
La distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos es uno de los tres pilares de la Convención sobre la Diversidad Biológica y su aplicación es el objetivo principal del Protocolo de Nagoya sobre acceso y distribución de beneficios (ABS). Para lograr sus objetivos, se ha incluido un componente de voluntariado apoyado por el Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), desde el cual se realiza un proceso de localización de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativos a la protección del Medio Ambiente.
Más de 50 voluntarios y voluntarias han movilizado a más de 180 personas que participan en la conducción de encuestas de conocimientos, actitudes y prácticas (CAP), la realización de una campaña de información sobre ABS, y la elaboración un protocolo biocultural comunitario e intercambios entre comunidades locales, en República Dominicana, Ecuador y Panamá.
Las voluntarias que poseen valiosos conocimientos tradicionales y recursos genéticos son reconocidas y valoradas como científicas. La Sra. Sholofelo Dichaba, Coordinadora del Programa en la Universidad de Botswana, y un científico que es miembro del Proyecto Global ABS afirma el valor de los poseedores del conocimiento tradicional.
Poseedores del conocimiento tradicional: ustedes son científicos. Sus métodos, están siendo probados y probados, están siendo refinados. De hecho, se ha demostrado que los conocimientos tradicionales se han utilizado como punto de partida para la investigación científica y el desarrollo industrial. - Sra. Tsholofelo Dichaba, Universidad de Botswana
El programa VNU apoya la implementación del proyecto Global ABS PNUD-FMAM "Fortalecimiento de los recursos humanos, los marcos legales y las capacidades institucionales para implementar el Protocolo de Nagoya". Hasta la fecha, el proyecto ha movilizado a ocho Voluntarios de las Naciones Unidas nacionales, un Voluntario internacional de las Naciones Unidas y 14 Voluntarios en línea de las Naciones Unidas.
El programa VNU desarrolla las capacidades de los voluntarios nacionales, que participan en la sensibilización sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad, los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales asociados y la distribución justa.
"Tiene mucho valor para nuestro pueblo, que los voluntarios sean personas locales de la comunidad, facilita la comunicación entre los miembros de pueblos indígenas y consolida nuestras visiones referente a los saberes tradicionales". - Sara Omi Casana, Voluntaria ONU Nacional en Panamá.
Para involucrar a las comunidades, más de 50 voluntarios han movilizado a más de 180 personas adicionales, involucradas en la realización de encuestas de conocimiento, actitudes y prácticas (CAP), para realizar campañas de información sobre ABS, desarrollar un protocolo biocultural comunitario y facilitar los intercambios entre las comunidades locales en la República Dominicana. República del Ecuador y Panamá.
La identificación de sinergias y el intercambio de experiencias existentes sobre voluntariado han sido fundamentales en la ejecución de actividades, ya que han preparado las bases para fortalecer las capacidades de estos jóvenes e involucrarlos en el proyecto Global ABS.
La participación de voluntarios en la generación de conocimiento a través de las encuestas CAP ha facilitado la recopilación de datos necesarios para robustecer la comunidad de práctica. Al mismo tiempo, esto ha sensibilizado indirectamente sobre el acceso y la participación de los beneficios, despertando su interés a través de encuestas que informan y contribuyen al logro de los objetivos del proyecto.
"El ser voluntario de las Naciones Unidas es una experiencia muy satisfactoria; puedo ayudar, estoy vinculándome con mi carrera y aprendiendo nuevos conocimientos que me pueden servir más adelante".- Melisa Correa, Voluntaria para la aplicación de encuestas CAP, Univesidad de las Américas (UDLA) Ecuador.
Adicionalmente, se han hecho alianzas con organizaciones nacionales que apoyan estas iniciativas. Estos incluyen el Ministerio de Medio Ambiente de las Direcciones Provinciales de Sucumbíos, Carchi, Esmeraldas, Guayas y Chimborazo en Ecuador; Ministerio de Medio Ambiente de Panamá, Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá, Smithsonian, Universidad de las Américas y Universidad de Panamá; Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Ministerio de Agricultura de la República Dominicana, Universidad Autónoma de Santo Domingo, entre otros.
Un elemento indispensable del proyecto ha sido la inclusión del voluntariado en las comunidades indígenas. En Panamá, las comunidades El Piro (Comarca Ngabe Buglé) y Emebrá Ipeti (Provincia de Panamá) se convirtieron en embajadores del Protocolo de Nagoya, movilizando a toda la comunidad para participar en los procesos del proyecto.
Definitivamente, el componente VNU ha agregado valor al Proyecto ABS PNUD-GEF. No solo ha permitido alcanzar los productos esperados, sino que también ha inspirado a más personas a comprometerse a través del voluntariado. Además, ha demostrado que el voluntariado es una forma efectiva de incluir a las mujeres que poseen conocimientos tradicionales sobre recursos genéticos, como científicos y líderes en sus propios procesos de desarrollo.