En la ciudad de Kramatorsk, en Ucrania oriental, los recuerdos de las hostilidades que siguieron tras el movimiento de protesta conocido como EuroMaidan siguen estando muy presentes. Andrei Lahunou, Voluntario de las Naciones Unidas que trabaja con el PNUD en la consolidación de la paz y la resolución de conflictos, está contribuyendo a conciliar las vidas de las personas afectadas por el conflicto.
La zona oriental de Ucrania es una zona sumida en un conflicto armado prolongado, término que denota los conflictos caracterizados por su duración, complejidad y fuerte impacto sobre las poblaciones locales. Kramatorsk, en la región de Donbás, fue una de las primeras ciudades en las que el gobierno ucraniano perdió el control durante el conflicto iniciado en 2014. En este antiguo bastión rebelde son visibles por todas partes los daños producidos por los proyectiles y los edificios dañados.
En su función de Voluntario de las Naciones Unidas con el Programa de Recuperación y Consolidación de la Paz del PNUD, Andrei es responsable de organizar eventos, talleres y cursos que promueven la paz y fomentan la cohesión social. Trabajando en diferentes sectores y comunidades, este voluntario colabora con los desplazados internos, los habitantes de las zonas no controladas por el gobierno de Ucrania, funcionarios públicos, activistas y excombatientes, asà como con aquellas personas que se han convertido en mediadores en sus comunidades.
Andrei (derecha) y el Programa de Recuperación y Consolidación de la Paz del PNUD en Kramatorsk. (Programa VNU, 2017)
Por ejemplo, Andrei organizó cuatro seminarios Bellum aut Pax en asociación con ONG, activistas y expertos locales, esto con objeto de suscitar el diálogo, intercambiar conocimientos y desarrollar capacidades. También ha organizado varios talleres de âMediación internaâ, asà como un evento especial para el DÃa Internacional de la Paz que atrajo a 200 participantes, muchos de ellos jóvenes.
La paz o la cohesión social no son cosas tangibles, que puedas tocar. Plantamos semillas, algunas de las cuales esperamos que prosperen.â
Para trasladar estos esfuerzos al espacio público, Andrei participó también en la creación del jardÃn comunitario âStudParkovkaâ. Situado cerca de cuatro universidades, dos de las cuales fueron desplazadas debido a las hostilidades, este jardÃn comunitario está diseñado para el ocio y los eventos sociales. El objetivo principal es fomentar en esta zona un sentimiento de comunidad, confianza y curación.
Andrei y otros voluntarios que trabajan en el jardÃn comunitario âStudParkovkaâ en Ucrania oriental. (Programa VNU, 2017)
Los verdaderos actores de las iniciativas de paz se ven sobre el terreno, según Andrei. âLas personas que se quedan, y los que regresan y se comprometen a enfrentar los desafÃos de la recuperación y el desarrollo son los verdaderos héroes.â
Las historias más inspiradoras y las iniciativas más valientes son aquellas llevadas a cabo por los desplazados internos, un grupo de personas que reciben el apoyo activo del PNUD y otros organismos de las Naciones Unidasâ, afirma.
Entre las muchas lecciones aprendidas sobre el terreno, Andrei ha recibido una particular inspiración por la capacidad de recuperación de las personas que se esfuerzan en promover el cambio pacÃfico a su alrededor.
No deberÃamos victimizar a las personas afectadas por el conflicto armado. En muchos casos, constituyen ejemplos de valentÃa, heroÃsmo y fortaleza humana.â
"He aprendido que hay muchos profesionales que realizan actividades dÃa a dÃa, invisibles desde el exterior, pero que ayudan a las Naciones Unidas y permiten avanzar a la población con la que trabajamosâ, concluye.
Este fragmento es parte de la campaña del DÃa Internacional de los Voluntarios 2017.