El programa VNU apoya la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS) gracias al despliegue de Voluntarios de la ONU, tanto internacionales como nacionales, altamente cualificados que prestan servicio en dependencias sustantivas y de apoyo a la misión, aumentando así la eficacia de las operaciones. Además, llevan a cabo funciones clave para conseguir el mandato de la misión. La resiliencia que muestran nuestros Voluntarios de la ONU al enfrentarse a obstáculos sobre el terreno es totalmente inspiradora. Nuestros Voluntarios se sitúan en primera línea y se involucran con las comunidades locales, un elemento esencial para construir la confianza y el apoyo del regreso de la paz a Sudán del Sur.
Como Director de programa del programa VNU en Sudán del Sur, es un privilegio apoyar y supervisar el trabajo que más de 440 Voluntarios de la ONU llevan a cabo en sus actividades diarias en 10 estados diferentes. Sus esfuerzos y contribuciones juegan un papel fundamental para desempeñar el mandato de UNMISS, principalmente al proteger a los civiles, facilitar el envío de asistencia humanitaria, denunciar los abusos de los derechos humanos y apoyar la implementación de los acuerdos de paz.
Una de las ventajas de mi puesto es que puedo escuchar las historias de los Voluntarios de la ONU sobre el terreno. Recientemente me topé con una historia particularmente conmovedora, narrada por Leni Kinzli (Estados Unidos), Oficial de Información Pública de UNMISS en Torit. A través de su asignación como Voluntaria de la ONU, Leni contribuye a la divulgación y comunicación de la Misión de la ONU. Durante el último año, la oficina local en Torit mantuvo decenas de presentaciones con comunidades locales para informarles sobre el mandato de la ONU en Sudán del Sur. Estas reuniones permiten a las comunidades tener un mayor conocimiento sobre cómo la Misión puede ayudarles a contribuir al proceso de paz, y cómo pueden involucrarse.
A principios de este año, Leni participó en una patrulla de una misión integrada a Pajok en el Estado de Ecuatoria Oriental para evaluar la situación humanitaria y de seguridad tras un choque entre el gobierno y las fuerzas de la oposición. Cientos de civiles huyeron a Uganda después del incidente. Tan sólo unas pocas personas permanecieron en la ciudad y la ONU fue casa por casa para encontrar a los locales que quisieran contar sus historias. Leni encontró a una anciana agazapada en los escalones de su casa que había sido saqueada, claramente traumatizada por lo que presenció unas semanas antes.
Este es el recuerdo de Leni de aquel momento, explicado por ella misma:
"La anciana lo había perdido todo en el ataque y estaba intentando explicar cómo le habían arrebatado la vida a su nieto. Estaba hablando en acholi, una lengua local que yo ni hablaba ni entendía. Me cogió de la mano y me llevó hasta la tumba que había construido para él en el jardín trasero, y empezó a cantar y a llorar para liberar su pena. Me senté con ella durante lo que parecieron horas mientras ella seguía contando su historia, rompiendo a cantar intermitentemente a la vez que yo intentaba entender sus palabras. Al sentarme con ella y mostrarle compasión, fue capaz de hablar sobre su experiencia, su sufrimiento personal. Tomé su mano para que no tuviera que sufrir sola."
Creo que de esto se trata el voluntariado. De conectar con la gente y ayudarles, a pesar de lo complicado que pueda ser. Llevaré conmigo estas experiencias durante toda mi vida con la esperanza de aprender y crecer para lograr una mayor contribución al espíritu del humanitarismo y de la paz.
Al relatar este tipo de historias en Radio Miraya, una emisora de radio gestionada por la ONU en Sudán del Sur, Leni y su equipo comparten con millones de oyentes de todo el país las últimas noticias que llegan de Ecuatoria Oriental. El Oficial de Información Pública también juega un papel fundamental al compartir información con el mundo exterior. Ya sea a través de la fotografía, escribiendo historias o grabando vídeos, el departamento difunde la información en Sudán del Sur para evocar la empatía y la compasión por aquellos ciudadanos que están sufriendo e instar a los líderes internacionales a tomar medidas.
Este es sólo un ejemplo de una voluntaria en un país donde el programa VNU opera. Hay muchas más historias conmovedoras como esta que llegan a los corazones y a las mentes de la gente, no sólo en Sudán del Sur sino también por todo el mundo. El servicio de todos ellos debería ser homenajeado y admirado por su dedicación y clara contribución hacia un futuro más pacífico y justo. Esto es lo que me impulsa en mi trabado diario, saber que trabajo junto a verdaderos héroes que están sirviendo por el bien mayor de la humanidad y la paz.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea de la ONU Lucía González Pérez