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Margarita Cruz (El Salvador), Voluntaria de la ONU Oficial de Terreno, realiza el seguimiento del proceso de desarme en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) con personal de la UNMC en Miravalle, Colombia. (UNMC, 2017)

Los Voluntarios de la ONU aceleran el proceso de paz a través de la verificación del alto el fuego, la desmovilización y el desarme en Colombia

En 2016, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad la Resolución 2261 para establecer la Misión de las Naciones Unidas en Colombia (UNMC), una misión política de observadores internacionales sin armas que se encuentran desplegados por todo el país. Sesenta Voluntarios de la ONU fueron movilizados para apoyar las tareas de verificación del cumplimiento de los acuerdos de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), acompañando y monitoreando el proceso de paz y promoviendo una cultura de paz.

Tras 50 años de conflicto entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), el principal objetivo de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia (UNMC) es apoyar el cese de las hostilidades y monitorear tanto el abandono de las armas como el alto el fuego bilateral definitivo. Sesenta Voluntarios de la ONU prestan servicio en la Misión para realizar ejercicios de monitoreo y verificación y para llevar a cabo inspecciones de las áreas alrededor de las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) establecidas bajo el acuerdo de alto el fuego.

Los Voluntarios de la ONU contribuyen muy positivamente al cumplimiento de los objetivos de la misión, gracias a su disposición para adaptarse a arduas condiciones de vida y a su motivación por contribuir al proceso de paz en Colombia, así como a sus habilidades y experiencia previa en contextos similares. Beatriz Violeta Lafuente Vásquez (España), Observadora Voluntaria de las Naciones Unidas que presta servicio en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación de la Misión de la ONU en el Distrito de Caquetá, confirma que el papel de los voluntarios es fundamental para facilitar el diálogo entre comunidades, autoridades locales y las FARC-EP.

El trabajo de mediación de los Voluntarios de la ONU beneficia a la gente en una zona en la que comunidades enteras han sido marginadas por las autoridades locales durante años. Esta colaboración entre los actores involucrados, junto con el alto el fuego y el cesamiento de las hostilidades, es la manera más directa en que la población experimenta de primera mano los beneficios de la paz."

Los Voluntarios de la ONU también apoyan el servicio de la Misión de Asistencia para el Desarme, dentro del proceso de dejación de armas, ayudando así a mantener turnos de 24 horas en las zonas afectadas, en colaboración con el personal militar de la Misión.

“El valor añadido de los Voluntarios de las Naciones Unidas que apoyan el proceso de paz radica en que son hombres y mujeres altamente calificados y motivados por participar en este momento histórico que vive Colombia, y también por su disposición a prestar servicio en condiciones difíciles. La mayor parte de nuestros voluntarios provienen de América Latina y por lo tanto sienten una conexión personal con la situación en Colombia. Esperan que su trabajo contribuya también a la consolidación de la paz en toda la región”, dice Elizabeth Dambolena, Oficial de Apoyo del programa VNU con la Misión de la ONU en Colombia.

Los Voluntarios de la ONU también están ayudando a crear conciencia sobre el proceso de paz entre la población civil, promoviendo el trabajo de la UNMC e interactuando con las comunidades para comprender su perspectiva del proceso.

“Con nuestras actividades, empoderamos a los ciudadanos para que sean ellos los verdaderos controladores del proceso de paz. Informamos a la población sobre el contenido de los acuerdos de paz, dotándola del conocimiento y de las herramientas necesarias para defender sus derechos; además, facilitamos canales seguros para presentar quejas en caso de violación de esos derechos”, explica Paulo Pantano (Brasil), Observador Voluntario de las Naciones Unidas que trabaja en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación de la Misión de la ONU en el Distrito de Nariño. “Somos la cara civil de la Misión, y los colombianos se identifican con nosotros porque estamos en sintonía con sus necesidades y con su realidad.”

En nuestro trabajo como Voluntarios de la ONU, creo que hemos demostrado habilidades especiales y sensibilidades que son necesarias en la interacción con las comunidades, especialmente con sectores específicos de la población, como las mujeres o las víctimas del conflicto armado” —Aviñoa Ordóñez (España), Observadora Voluntaria de las Naciones Unidas en el Distrito de Meta.

“Al haber trabajado y vivido previamente en Colombia, he sido testigo de las atrocidades producidas por el largo conflicto armado en el país y de su impacto en la vida de las personas”, concluye Víctor, antiguo Oficial de programas del programa VNU en Colombia. “Ser parte del proceso de paz, con un equipo de voluntarios en primera línea de la acción, es un verdadero privilegio.”

Entre 2016 y 2017, más de 90 Voluntarios de la ONU han prestado servicio con agencias de las Naciones Unidas en Colombia, 60 de los cuales prestan servicio en la Misión de la ONU en Colombia (UNMC), principalmente como Oficiales de Terreno llevando a cabo tareas de observación.


Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Lucía González Pérez.