Cuando se trata de apoyar a las comunidades para que sean resilientes ante las cada vez más frecuentes crisis climáticas, nuestro papel como Voluntarios de las Naciones Unidas es tan importante como cualquier otro. Teodora Traljic es una joven irlandesa de 23 años que trabaja como Joven Voluntaria de las Naciones Unidas Oficial de Acción Climática. Trabaja con el Asesor de Medio Ambiente y Seguridad Climática de la ONU en Somalia. La misión de Teodora es un ejemplo de cómo los jóvenes y el poder de su voz pueden tener un enorme impacto en la superación de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día, como el cambio climático.
Trabajo con el Asesor de Medio Ambiente y Seguridad Climática de las Naciones Unidas en Somalia, cuyo puesto depende del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, pero que está adscrito a la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia (UNSOM). De este modo, tengo la oportunidad única de trabajar con dos agencias.
Junto con el Asesor de Seguridad Climática, nuestro objetivo global es ayudar a las comunidades somalíes a ser resilientes ante las cada vez más recurrentes y frecuentes crisis climáticas, mitigando al mismo tiempo los posibles conflictos relacionados con el clima.
Pretendemos conseguirlo, en primer lugar, introduciendo el concepto de seguridad climática a nuestros homólogos de la ONU y del Gobierno somalí, ya que se trata de un ámbito relativamente nuevo y poco investigado. Intentamos garantizar la sostenibilidad medioambiental con una perspectiva a largo plazo proporcionando apoyo técnico y conocimientos especializados en los proyectos y actividades en curso de las Naciones Unidas y de otros organismos en Somalia.
Desempeñamos un papel fundamental a la hora de entender y colmar las lagunas que existen para comprender cómo afectarán al país las proyecciones climáticas futuras en Somalia, qué debemos hacer al respecto, qué investigaciones adicionales son necesarias y cómo puede la ONU apoyar a las comunidades somalíes, así como a sus homólogos pertinentes, a fin de lograr resiliencia frente al cambio climático y a los conflictos relacionados con él. Teodora Traljic, Joven Voluntaria de las Naciones Unidas Oficial de Acción Climática en Somalia
Puedo aprovechar esta oportunidad como Voluntaria de las Naciones Unidas para aumentar mis conocimientos y mi concienciación sobre el cambio climático. Gracias a mi misión, soy más consciente de los efectos del clima y de las buenas prácticas en materia de adaptación en Somalia. Difundo esta información a las personas que pueden utilizarla sobre el terreno, o que disponen de plataformas más amplias para promover mensajes sobre los riesgos del cambio climático en Somalia, incluidos los Representantes Especiales Adjuntos del Secretario General (REASG).
He podido hacer aportaciones sobre los aspectos en los que mi equipo cree que la ONU y nuestros homólogos somalíes deberían centrarse para abordar la urgente crisis climática a la que se enfrenta Somalia, y sobre la mejor manera de prestarles apoyo.
Prestar servicio como Voluntaria de las Naciones Unidas me ha dado la oportunidad de darme cuenta y perfeccionar mis puntos fuertes y aptitudes profesionales, al tiempo que me ha brindado una oportunidad práctica y directa de trabajar en lo que me resulta más difícil en un entorno profesional. Teodora Traljic
Esta misión ha sido un punto de partida excepcional en mi carrera de adaptación al cambio climático y a la seguridad climática. También me ha dado la oportunidad de trabajar de forma práctica en un tema que me interesa, contribuyendo de alguna manera a las terribles crisis climáticas y a los efectos a los que los somalíes de a pie se enfrentan directamente en su vida cotidiana.
Un estudio reciente realizado entre 10.000 jóvenes de todo el mundo reveló que más del 50 % de los jóvenes se sentían tristes, ansiosos, enfadados, impotentes, desamparados y/o culpables por el cambio climático, y el 45 % declaró que sus sentimientos sobre el cambio climático afectaban negativamente a su día a día.
Como jóvenes, es más probable que nos preocupe el cambio climático, y son los jóvenes quienes vivirán en el escenario climático futuro que estamos configurando en este mismo momento. Teodora Traljic
Una forma de reducir nuestro sentimiento de impotencia es utilizar nuestra voz y nuestras capacidades para participar en la creación del mundo en el que queremos vivir.
La crisis climática está alterando la forma en que creemos que deben funcionar los sistemas y las estructuras; necesitamos innovación, nuevas ideas y acción colectiva para hacer frente con eficacia a este fenómeno mundial. Aquí es donde resulta absolutamente vital que los jóvenes con pasión e ideas trabajen para crear el futuro que queremos, y el voluntariado es una gran vía a través de la cual puede lograrse. Teodora Traljic