Desde los años 90, las zonas fronterizas del Gabón, el Camerún y el Chad se enfrentan a una creciente inseguridad y criminalidad en un contexto de insuficiencia de servicios públicos, falta de oportunidades económicas y de ciudadanos. En apoyo a los esfuerzos del Gobierno para afrontar estos retos, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lleva a cabo desde julio de 2020 el proyecto Jóvenes Tejedores de la Paz. Este proyecto transfronterizo de dos años de duración se lleva a cabo en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el programa VNU. Su objetivo es crear una red de 1.800 Jóvenes Tejedores de la Paz. Su función es apoyar la consolidación de la paz en las regiones transfronterizas, prevenir la inestabilidad vinculada al tráfico ilícito y formar a 160 jóvenes comprometidos en proyectos de emprendimiento social.
Marie-Noel Verwiyi (el Camerún, 38 años) y Wessi Vaissoulaye (el Chad, 35 años) son ambos Voluntarios de las Naciones Unidas que prestan servicio en la UNESCO y se encargan de formar a jóvenes tejedores de la paz. A través de talleres y cursos de formación, involucran a la juventud en los esfuerzos por la paz y la seguridad y el empoderamiento económico. Esto es fundamental para prevenir el reclutamiento de estos jóvenes por grupos armados y terroristas.
Este proyecto me ha dado la oportunidad de ayudar a mi comunidad en la prevención de conflictos, la sensibilización de los jóvenes y la consolidación de la paz existente. Así es como me involucré como tejedora de la paz voluntaria. Gracias a los efectos de este proyecto, estoy convencida de que puedo participar en la mejora de un entorno pacífico en mi pueblo. Mirande, joven beneficiaria del proyecto Jóvenes Tejedores de la Paz en Kye-Ossi
Marie-Noel decidió hacerse Voluntaria de las Naciones Unidas porque cree que servir a su comunidad es un estilo de vida. Quiere marcar la diferencia respondiendo a las necesidades que la rodean, al tiempo que trabaja por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuye al desarrollo de su país.
Hasta ahora, Marie-Noel ha organizado cinco sesiones de formación en la región meridional del Camerún, donde ha formado a 175 jóvenes de ambos sexos para que participen en la consolidación de la paz, la lucha contra la delincuencia, el tráfico ilícito, la discriminación, el tribalismo y el discurso de odio en sus comunidades.
A través de conferencias educativas y talleres de sensibilización, estos jóvenes se han convertido en agentes de cambio que contribuyen con su implicación al desarrollo de sus comunidades. Estas actividades también les permiten contribuir al mantenimiento de la cultura de paz, la conservación del patrimonio natural y la cooperación transfronteriza.
Marie-Noel también les inculca los valores del voluntariado y la motivación para convertirse en modelos que puedan desempeñar un papel clave en el proceso de preservación de la paz en sus comunidades. Los anima a buscar soluciones en sus comunidades para consolidar la paz. Estos jóvenes beneficiarios que antes no tenían nada en común construyen ahora un propósito común poniendo sus esfuerzos al servicio de la comunidad.
Vaissoulaye es uno de los tres Voluntarios de las Naciones Unidas nacionales que apoyan el proyecto en el Chad. Su función principal es movilizar y sensibilizar a funcionarios de la administración, líderes religiosos y tradicionales y dirigentes juveniles sobre la importancia de la educación para la cultura de paz, que forma parte integrante del mandato de la UNESCO.
Wessi ha formado a un total de 445 tejedores de la paz, de los cuales 315 son hombres y 130 mujeres, en Pala, Fianga, Binder y Léré. Ha participado en la movilización de 25.200 personas, entre ellas 13.509 mujeres y 11.691 hombres de esas mismas comunidades, para que asistan a sesiones de sensibilización sobre la consolidación de la paz.
El proyecto es una forma de acercarnos a la comunidad, especialmente a los jóvenes, en este período de transición en el Chad. Youssouf Souleymane Achim, Jefe del Departamento de Mayo Binder en la provincia de Mayo-Kebbi Occidental
El compromiso de Wessi como Voluntario de las Naciones Unidas partió del deseo de estar más cerca de la población local, a menudo en lugares muy remotos y a veces enfrentándose a condiciones difíciles.
"Ser el nexo de las Naciones Unidas en las pequeñas aldeas y consolidar la paz en la mente de hombres y mujeres son factores que me motivan", afirma este activista del desarrollo. Desde que fue seleccionado por el programa VNU, Wessi ha estado "cumpliendo su sueño de la infancia", dice. Este joven chadiano aprovechó esta oportunidad para hacer realidad su esperanza de convertirse en un líder del servicio comunitario mundial.
El proyecto transfronterizo permite revitalizar y aumentar la resiliencia de las organizaciones juveniles ante las crisis medioambientales, sociales y económicas, sobre todo en las zonas de interés, y contribuye directamente a una consolidación de la paz y un desarrollo sostenibles. Además, el proyecto pretende reforzar la implicación política por parte de los Estados en la importancia de la cooperación transfronteriza en las actividades de alerta temprana y en la lucha contra la delincuencia transfronteriza.
El proyecto Jóvenes Tejedores de la Paz está financiado por el Fondo para la Consolidación de la Paz (FCP) del Secretario General de las Naciones Unidas y se ejecuta bajo la coordinación conjunta de la UNESCO (que lo dirige) y la UNODC. El proyecto ha desplegado a 11 Voluntarios de las Naciones Unidas, cinco de ellos en el Camerún, tres en el Chad y tres en el Gabón.