Anabel Orbe es psicóloga clínica con formación en género, violencia y derechos humanos. Ha trabajado con niñas, niños, adolescentes y personas adultas en situación de refugio, movilidad humana y crisis de diversa naturaleza, hasta convertirse en Voluntaria ONU. Fue una unión de sus dos pasiones: promover la igualdad de género y el deporte. En vísperas del Día Internacional de la Mujer, destacamos las increíbles contribuciones de las Voluntarias ONU en todo el mundo, y Anabel es una de ellas con un mensaje claro: “A todas las mujeres que desean involucrarse en la promoción de la igualdad de género en el deporte, no se rindan”. Conozcamos más sobre su asignación como Técnica para Protocolo frente a casos de violencia en sistema deportivo.
Desde pequeña siempre supe que el deporte tendría un lugar importante en mi vida. Con los años me di cuenta de que mi vocación iba más allá de la práctica deportiva con el objetivo claro de combinar mi pasión por el deporte con mi compromiso hacia la igualdad de género. El desafío: la escasez de espacios para trabajar en género y deportes en Ecuador.
“Cuando vi la vacante para ser voluntaria de ONU Mujeres en Ecuador, supe que era mi oportunidad y fui seleccionada para la asignación. Mis primeros días fueron de adaptación; insertarme en el sector público fue una experiencia nueva y un reto que implicaba entender dinámicas diferentes y establecer espacios de coordinación para avanzar en las metas”.
Uno de mis mayores desafíos fue visibilizar la violencia basada en género en los sistemas deportivos. Es un problema que afecta a muchas niñas y mujeres, quienes en muchos casos terminan abandonando sus sueños deportivos debido a los abusos que sufren. Visibilizar esta realidad, junto con la tarea constante de romper el paradigma androcéntrico y del comportamiento del deporte, ha sido un proceso arduo.
Las autoridades del Ministerio del Deporte se comprometieron al ver esta realidad, lo que me permitió desarrollar algunas ideas para tomar acción y proponer procesos que aseguren la sostenibilidad de acciones puntuales.
Entre los momentos más importantes de mi servicio están el desarrollo y difusión de diferentes materiales y cursos, como el Protocolo de actuación frente a casos de violencia de género en el sistema deportivo del Ecuador, la Guía de gestión de casos de violencia basada en género en el sistema deportivo del Ecuador, entre otros.
Todas estas herramientas se han convertido en elementos fundamentales para fortalecer la respuesta a la violencia de género. Proveen estándares mínimos para manejar adecuadamente los casos de violencia de género, metodologías para trabajar con personas con discapacidad, y más.
“También he visto el impacto directo que mi servicio puede tener en la vida de las mujeres involucradas en el deporte; muchas han encontrado la valentía para alzar su voz y romper el silencio. Aún queda mucho por hacer, pero saber que he contribuido a generar un espacio donde las mujeres pueden sentirse seguras y apoyadas me llena de orgullo”.
Esta experiencia ha sido invaluable para mi crecimiento personal y profesional. He aplicado todo lo aprendido en mi formación académica y he desarrollado habilidades como el liderazgo, la comunicación y la resolución de conflictos. Hoy soy una mujer más fuerte y segura de mí misma.
No ha sido un camino fácil. He enfrentado la resistencia de una estructura deportiva encabezada por personas que no consideran la violencia de género como un problema real. Pero, poco a poco, hemos logrado sensibilizar a las instituciones deportivas y crear mecanismos de prevención, identificación y respuesta.
Al mirar atrás, me doy cuenta de cuánto he aprendido. Las mujeres tienen un poder inmenso para transformar su entorno, y mi experiencia en ONU Mujeres me ha mostrado lo valioso que es ese poder cuando se une con la determinación de crear un cambio. El deporte sin violencia basada en género no solo representa un logro para las mujeres y niñas que practican deporte, sino que también abre las puertas a un mundo de oportunidades y empoderamiento.
“A todas las mujeres que desean involucrarse en la promoción de la igualdad de género en el deporte, no se rindan. La lucha es constante, pero el impacto que pueden generar es invaluable. Manténganse firmes, comprometidas y recordando siempre que estamos abriendo espacios para las generaciones futuras”.
Anabel Orbe imparte un taller sobre prevención del abuso sexual en el deporte dirigido a cuidadores de deportistas con discapacidad intelectual.
Anabel Orbe interviene en un acto organizado por el Ministerio de Deportes para visibilizar casos de violencia en el deporte.