Saleh, un refugiado sirio de 37 años, en el campamento de Nea Kavala, Grecia (2017).

Un refugiado sirio se hace voluntario en el campamento de Nea Kavala, Grecia

Saleh es un ingeniero de mantenimiento de 37 años que huyó de Siria hace más de un año. Al igual que otros muchos que viven en los campos en Grecia, Saleh trajo consigo un espíritu crítico y unas cualificaciones que estaba deseoso de usar; de esta manera empezó como voluntario para ayudar a la comunidad en el campamento.

Saleh empezó a trabajar de voluntario con el equipo de la Cruz Roja que lleva el agua y el saneamiento poco después de llegar a Nea Kavala, ayudando de esta manera a asegurar que las personas en el campamento tengan acceso a agua limpia y centros de atención. Sin embargo, su papel fue más que el de mero técnico, pues su labor fue crucial para asegurar que la Cruz Roja tuviera una fuerte relación con la comunidad y escuchara los comentarios y las preocupaciones de la gente del campamento.

Recojo los comentarios y las quejas de las personas de aquí, lo que nos ayuda a mejorar las instalaciones y servicios, incluidos el refugio, el sistema de agua y los baños. De esta manera nos aseguramos de que sean accesibles y apropiados para todos. Hablamos con las personas directamente, y también a través de buzones de sugerencias para personas que prefieren dar su opinión de forma anónima."

Para la respuesta de la Cruz Roja en Grecia resulta crucial garantizar que las personas tengan voz y puedan expresarse sobre lo que funciona bien y lo que necesitan, así como proporcionar información y crear una conversación en ambas direcciones.

Este fragmento es parte de la campaña del Día Internacional de los Voluntarios 2017.


Artículo traducido del inglés por el Voluntario en línea de la ONU Fernando Magallanes.