Considero que el voluntariado te da una posición excepcional. Fortalece tu compromiso por ayudar a la gente y te permite contribuir, aunque sea de forma minúscula, al inicio de un proceso de cambio y esperanza.
Ciudad de Guatemala, Guatemala: Trabajar como Voluntaria de las Naciones Unidas, en calidad de Oficial de Derechos Humanos con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala, me ha permitido identificar que, a pesar de los grandes desafíos a los que se enfrentan los derechos humanos para su plena vigencia, como la violencia, la discriminación y la impunidad, el trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil en sus comunidades y departamentos es fundamental para combatirlos.
A través de mi voluntariado, he sido testigo de procesos enfocados a robustecer la cultura del respeto de los derechos humanos. Éstos han sido impulsados por los propios integrantes de las comunidades de manera voluntaria, lo cual ha sido para mí una grata sorpresa.
Creí que desde mi voluntariado tendría que aportar elementos para que las personas, en especial las mujeres, se reconocieran como titulares de derechos, sin embargo esto ya lo tenían interiorizado.
Mi trabajo ha consistido en enseñarles cuáles son los mecanismos de protección de sus derechos, de qué forma pueden denunciar violaciones, qué alternativas tienen frente a distintas situaciones. Específicamente, trabajo con organizaciones de mujeres para conocer las demandas concretas en relación con sus derechos. Además, soy interlocutora con las instituciones que han sido creadas para el avance de los derechos de las mujeres, para de esta manera garantizar el proceso de diálogo, asimismo de estudiar de qué manera puede ser superado cualquier obstáculo.
En lo personal, disfruto mucho de las misiones de observación al terreno. Éstas te permiten conocer y entender de mejor manera la realidad de las mujeres de las distintas regiones del país.
El contacto directo con las mujeres desde el voluntariado no radica únicamente en lo que tú crees que puedes enseñarles, sino en las lecciones de vida que te dan ellas. No importa por cuánto hayan pasado, siempre tienen una sonrisa en medio de una historia dura.
Por momentos como esos, considero que el voluntariado te da una posición excepcional, es decir, fortalece tu compromiso por ayudar a la gente y te permite contribuir, aunque sea de forma minúscula, al inicio de un proceso de cambio y esperanza.
Por Dosia Calderón Maydon