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El Voluntario de la ONU Saroj Chalise (derecha) proporciona equipos de protección personal (EPP) a los participantes en el programa de trabajo a cambio de efectivo. (Kamal Sigdel/PNUD, 2015)

Voluntarios ayudan a reconstruir comunidades afectadas por el terremoto en Nepal

Después del terremoto ocurrido en Nepal en 2015, el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) movilizó en muy poco tiempo a un total de 107 voluntarios, que fueron asignados a los lugares afectados por el terremoto, donde desempeñaron funciones fundamentales y prestaron servicios a las víctimas.

Los Voluntarios de las Naciones Unidas, la mayoría de ellos ingenieros, entre los cuales había expertos en agricultura, silvicultura, contabilidad y apoyo administrativo y logístico, se integraron en el proyecto de Demolición y Retirada de Escombros y en el Programa de Gestión Integral del Riesgo de Desastres, ambos ejecutados por el PNUD.  

En coordinación con los expertos en demolición del PNUD, los Voluntarios de las Naciones Unidas realizaron la evaluación estructural de los edificios públicos y privados que habían sufrido daños a consecuencia del terremoto, como escuelas, puestos sanitarios y monasterios. 

Trabajando conjuntamente con voluntarios locales y en coordinación con importantes organismos locales, como la secretaría del Comité de Desarrollo de Aldeas y el Foro de Ciudadanos, efectuaron visitas a los hogares con miras a la realización de la evaluación y llevaron a cabo la supervisión diaria y el aseguramiento de la calidad de las operaciones de retirada de escombros realizadas por las brigadas.

También supervisaron la labor de las brigadas del programa de trabajo a cambio de efectivo, integradas por miembros de la comunidad, que retiraron enormes cantidades de escombros diseminados por las zonas afectadas por el desastre. 

Estas actividades fueron fundamentales para evitar que se produjeran nuevas víctimas mortales entre los escombros y garantizar la rápida restauración de un entorno físico seguro, preparando el terreno para la reconstrucción de las casas y los edificios públicos. En colaboración con diferentes partes interesadas y con la comunidad local, los Voluntarios de las Naciones Unidas evaluaron 4.060 estructuras dañadas por el terremoto y organizaron la retirada de 294.279,18 metros cúbicos de escombros de las casas y las estructuras públicas.