El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria fue designado por la Asamblea General coincidiendo con el aniversario del ataque al cuartel general de la ONU en Bagdad, Iraq, en 2003. Es un para rendir homenaje a todos aquellos que perdieron la vida en la prestación de servicios humanitarios y para celebrar el espíritu que inspira la asistencia humanitaria en todo el mundo. El programa VNU se suma a la conmemoración a nivel mundial para reconocer la labor de quienes afrontan el peligro y la adversidad para ayudar a los demás.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria fue designado por la Asamblea General coincidiendo con el aniversario del ataque al cuartel general de la ONU en Bagdad, Iraq, en 2003. Es un para rendir homenaje a todos aquellos que perdieron la vida en la prestación de servicios humanitarios y para celebrar el espíritu que inspira la asistencia humanitaria en todo el mundo. El programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) se suma a la conmemoración a nivel mundial para reconocer la labor de quienes afrontan el peligro y la adversidad para ayudar a los demás.
Los Voluntarios de las Naciones Unidas promueven la acción humanitaria en algunos de los lugares más peligrosos y difíciles del mundo. Los Voluntarios de la ONU prestan servicio en Afganistán, Argelia, la República Democrática del Congo, Haití, Iraq, Kirguistán, Myanmar, el Estado de Palestina, Pakistán, Filipinas, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y el Sáhara Occidental, entre otros países.
En diciembre de 2013, el programa VNU estaba presente en diez misiones del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DOMP) y en seis misiones del Departamento de Asuntos Políticos (DAP) de las Naciones Unidas. Entre el personal civil internacional en las misiones políticas y de mantenimiento de la paz en todo el mundo, uno de cada tres individuos es Voluntario de las Naciones Unidas. Prestando apoyo a las operaciones de varios asociados de la ONU, los Voluntarios de las Naciones Unidas desempeñan diferentes tareas de apoyo con el objetivo de salvar y proteger a las personas afectadas, incluidos los refugiados y los desplazados internos, mitigar el sufrimiento y preservar la dignidad humana.
En Siria, por ejemplo, Voluntarios de las Naciones Unidas dan soporte a los servicios de prevención y protección que presta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para mujeres y niñas sirias que huyen a la región del Kurdistán iraquí. Allí, los Voluntarios ONU trabajan para proporcionar asistencia jurídica de emergencia y asesoramiento psicológico a aquellas refugiadas vulnerables ante casos de violencia sexual y machista, trata de personas, matrimonios de menores de edad y otras violaciones de los derechos humanos. El programa VNU creó y coordinó una red de voluntarios locales en la región del Kurdistán, realizando el diseño del marco analítico, así como el análisis y el informe de la iniciativa. El programa VNU negoció con asociados del sector privado para que patrocinaran el evento de presentación.
Asimismo, en Egipto, un equipo formado por 50 Voluntarios ONU nacionales e internacionales apoya a los refugiados a través de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Allí, estos voluntarios realizan registros, determinan el estatus de refugiado, ofrecen asesoramiento psicológico y protección a la infancia y trabajan con asociados que proporcionan asistencia jurídica a refugiados vulnerables de Etiopía, Eritrea, Nigeria, Somalia, Sudán y Siria, entre otros países.
En Haití, otros 20 Voluntarios ONU prestan servicio con distintos asociados de la ONU, como el PNUD, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), el Departamento de seguridad de las Naciones Unidas (UNDSS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), y solo en 2013 han conseguido reforzar la capacidad de las autoridades haitianas y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil con esfuerzos comunitarios en materia de recuperación, reconstrucción y generación de medios de subsistencia.
El programa VNU proporciona un apoyo decisivo al PNUD, a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) y a otros asociados de la ONU dedicados a la restauración de la paz en este país del África Occidental. Desde que la MINUSMA inició sus operaciones en abril de 2013, el programa VNU ha movilizado y desplegado a Voluntarios ONU para contribuir en tareas de protección de civiles, supervisión de los derechos humanos, creación de condiciones de seguridad necesarias para la prestación de asistencia humanitaria, conservación del patrimonio cultural y preparación de elecciones libres, participativas y pacífica.
En diciembre de 2013, el programa VNU estaba presente en diez misiones del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DOMP) y en seis misiones del Departamento de Asuntos Políticos (DAP) de las Naciones Unidas. Entre el personal civil internacional en las misiones políticas y de mantenimiento de la paz en todo el mundo, uno de cada tres individuos es Voluntario de las Naciones Unidas. En 2013, 900 Voluntarios ONU representaban el 20% del personal sobre el terreno del ACNUR y 350 prestaban servicio con el PMA, para proteger los derechos básicos de los refugiados y las personas internamente desplazadas y mantener la sensación de normalidad al proporcionar acceso a la educación, el alojamiento y la alimentación, obtener la documentación que acredita como refugiado y ayudar a las familias a reunificarse y regresar a su hogar. Por otro lado, más de 120 Voluntarios de las Naciones Unidas trabajan con otros asociados de la ONU en el Sudán.
Un ejemplo, de los muchos Voluntarios de las Naciones Unidas comprometidos que prestan asistencia humanitaria, es el Dr. Meroni Abraham, que trabajó en Malakal, Sudán del Sur, durante el conflicto armado actual. Como oficial médico VNU, brindaba servicios médicos a los civiles refugiados en la zona de protección de la UNMISS. La asistencia sanitaria para estos civiles se volvió responsabilidad del hospital de nivel I para el que trabajaba el Dr. Meroni Abraham, ya que muchas de las organizaciones no gubernamentales que prestaban asistencia médica habían evacuado a su personal fuera de Malakal a causa de la guerra.
En 2014, en asociación con el Gobierno de Brasil, el programa VNU presentó la beca Sergio de Mello, cuyo objetivo es que Jóvenes Voluntarios de la ONU procedentes del Sur presten servicio en proyectos humanitarios también en el Sur. La beca se presentó durante un evento celebrado con ocasión del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria celebrado en 2013 para conmemorar el décimo aniversario del bombardeo del Canal Hotel en Bagdad, en el que perdieron la vida 22 personas, incluido el Representante Especial de las Naciones Unidas para Iraq Sergio Vieira de Mello. La beca pretende apoyar la inclusión de jóvenes brasileños en el Programa de Jóvenes Voluntarios de las Naciones Unidas. “Esta beca rinde homenaje al compromiso y a la dedicación de personas como el Sr. De Mello a la asistencia humanitaria, y servirá de ejemplo de la firme determinación de las Naciones Unidas y de los Estados Miembros de continuar trabajando por la paz y el desarrollo humano sostenible en todo el mundo, incluso en las circunstancias más duras”, señaló Richard Dictus, Coordinador Ejecutivo del programa VNU.
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