La conservación de los bosques y la gestión de los recursos naturales son más sustentables si hay apropiación a nivel comunitario.
Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente 2011, reflexionamos sobre los logros y las aportaciones de los voluntarios al medio ambiente y al desarrollo en general.
El tema de este año, Bosques: la naturaleza a su servicio, es de lo más oportuno, visto que la comunidad internacional se prepara para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable 2012 (Río+20).
A través de la historia de la humanidad los bosques han proporcionado los recursos necesarios para el bienestar de las comunidades y el avance de la civilización. Hoy necesitan que los protejamos: entre 2000 y 2005 se han perdido 4 millones de hectáreas anuales de bosques en África y 3,7 millones de hectáreas en Asia y el Pacífico. Más de un tercio de las pérdidas forestales anuales se localizan en América Latina y el Caribe.
En todos estos casos las poblaciones más pobres, vulnerables y marginadas, cuya subsistencia depende directamente de la salud de los bosques, son siempre las más afectadas.
El movimiento ecologista se alimenta desde sus orígenes gracias al trabajo voluntario. Los voluntarios promueven la participación y la movilización de las comunidades empoderándolas para que tomen la palabra y sean agentes activos de un cambio sustentable y justo.
La participación modifica las actitudes hacia las cuestiones medioambientales y permite adquirir los conocimientos y la exposición necesarios para poner fin a las prácticas contraproducentes. La conservación de los bosques y la gestión de los recursos naturales son más sustentables si hay apropiación a nivel comunitario.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido la importancia del voluntariado como componente de una estrategia que apunta a la reducción de la pobreza, el desarrollo sustentable, la salud, la prevención y la gestión de los desastres, la integración social y la superación de la discriminación y la exclusión social. Todos estos objetivos son transversales y están relacionados entre sí, y la conservación y la gestión sustentable de los bosques no son excepciones.
El programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), la agencia de la ONU que contribuye a la paz y al desarrollo en todo el mundo a través del voluntariado, apoya la gestión comunitaria de los recursos naturales. Creemos que los enfoques basados en la comunidad son más eficaces a la hora de lograr un desarrollo sustentable que afronte al mismo tiempo las cuestiones sociales, económicas y medioambientales.
Por ello en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, celebramos el compromiso y la inspiración de los voluntarios medioambientales.
El tema de este año, Bosques: la naturaleza a su servicio, es de lo más oportuno, visto que la comunidad internacional se prepara para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable 2012 (Río+20).
A través de la historia de la humanidad los bosques han proporcionado los recursos necesarios para el bienestar de las comunidades y el avance de la civilización. Hoy necesitan que los protejamos: entre 2000 y 2005 se han perdido 4 millones de hectáreas anuales de bosques en África y 3,7 millones de hectáreas en Asia y el Pacífico. Más de un tercio de las pérdidas forestales anuales se localizan en América Latina y el Caribe.
En todos estos casos las poblaciones más pobres, vulnerables y marginadas, cuya subsistencia depende directamente de la salud de los bosques, son siempre las más afectadas.
El movimiento ecologista se alimenta desde sus orígenes gracias al trabajo voluntario. Los voluntarios promueven la participación y la movilización de las comunidades empoderándolas para que tomen la palabra y sean agentes activos de un cambio sustentable y justo.
La participación modifica las actitudes hacia las cuestiones medioambientales y permite adquirir los conocimientos y la exposición necesarios para poner fin a las prácticas contraproducentes. La conservación de los bosques y la gestión de los recursos naturales son más sustentables si hay apropiación a nivel comunitario.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido la importancia del voluntariado como componente de una estrategia que apunta a la reducción de la pobreza, el desarrollo sustentable, la salud, la prevención y la gestión de los desastres, la integración social y la superación de la discriminación y la exclusión social. Todos estos objetivos son transversales y están relacionados entre sí, y la conservación y la gestión sustentable de los bosques no son excepciones.
El programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), la agencia de la ONU que contribuye a la paz y al desarrollo en todo el mundo a través del voluntariado, apoya la gestión comunitaria de los recursos naturales. Creemos que los enfoques basados en la comunidad son más eficaces a la hora de lograr un desarrollo sustentable que afronte al mismo tiempo las cuestiones sociales, económicas y medioambientales.
Por ello en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, celebramos el compromiso y la inspiración de los voluntarios medioambientales.