Para Albana, que hacía de voluntaria por primera vez en un campamento para niños, la experiencia significaba una especie de formación psicológica y social para los niños que les iba a ayudar a socializar. Esto les ayuda a superar su timidez y a expresarse a través de juegos y otras actividades.
El campamento de verano La estrella de los deseos era una iniciativa del municipio de Elbasan en colaboración con ONG locales. El programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) también se unió para ayudar y dar su apoyo a la iniciativa y contribuyó con cinco voluntarias. Las chicas, la mayoría estudiantes y activistas locales, resultaron ser una gran ayuda para el campamento.
Durante el tiempo que duró el campamento se organizaron muchos juegos y actividades sociales que sirvieron a los niños para mejorar sus habilidades en el dibujo, la actuación y la danza. Disfrutaron con los juegos y manualidades e hicieron excursiones a la playa y al parque. Durante cuatro semanas, estas voluntarias ayudaron a cuidar de los niños y del bienestar en el campamento. La iniciativa también ha ayudado a reforzar los valores y el espíritu del voluntariado. Mariana y Tasha, dos de las voluntarias, afirmaron que se trataba de una experiencia muy bonita que querían compartir con su propia comunidad en Cerrik.
Para Alketa, quien también colaboró como voluntaria, fue una experiencia muy valiosa ya que aprendió mucho sobre los niños de la comunidad romaní. Lo que más le gustó fueron los juegos que organizaron, las manualidades y los dibujos con macarrones pero, sobre todo, que los niños fueron educados y amables con ella en todo momento. Hacer de voluntaria en el campamento le ha ayudado a adquirir más experiencia tanto con niños como con los trabajos manuales.
Otra de las voluntarias, Hafize, explicó que había sido una buena experiencia y que las habilidades que adquirió en el campamento le servirán para enseñar a los niños de su comunidad en el futuro. Por su parte, Albana, quien hacía de voluntaria por primera vez en un campamento para niños, la experiencia significaba una especie de formación psicológica y social para los niños que les iba a ayudar a socializar. Esto les ayuda a superar su timidez y a expresarse a través de juegos y otras actividades afirmó la voluntaria. Albana estaba encantada de haber tenido la oportunidad de conocer de cerca la difícil situación de los niños romaníes. Ahora, su deseo es ayudarles en el campo de la educación y conseguir que vayan a la escuela equipados con libros.
Esta iniciativa no solo ha ayudado a los niños en situación marginal a sentirse iguales al resto de niños sino que ha despertado su deseo de un futuro mejor al ser conscientes de la importancia de la educación.
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Biografía: Brunilda Peqini es profesora de Lengua Italiana. En 2008 empezó como Voluntaria ONU nacional como mediadora de la comunidad para el proyecto Empoderar a las comunidades vulnerables de Albania, durante dos años. Actualmente, y desde 2010, trabaja en el proyecto Empoderar a las comunidades vulnerables locales.
Biografía: Brunilda Peqini es profesora de Lengua Italiana. En 2008 empezó como Voluntaria ONU nacional como mediadora de la comunidad para el proyecto Empoderar a las comunidades vulnerables de Albania, durante dos años. Actualmente, y desde 2010, trabaja en el proyecto Empoderar a las comunidades vulnerables locales.