Oliver Adam, Coodinador Ejecutivo del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), se encuentra hoy en Seúl para mantener el segundo diálogo estratégico con la República de Corea. La reunión se realiza en un momento en el que Corea ha incrementado la financiación al programa VNU en un 38 por ciento, convirtiendo a Corea en el mayor asociado gubernamental que financia un programa para promover la participación de ciudadanos coreanos como Voluntarios ONU.
El diálogo de hoy amplía la colaboración actual, especialmente en apoyo de la consolidación de la paz y la acción climática, dos áreas de prioridad clave para Corea.
Corea lleva mucho tiempo dando importancia al voluntariado y su colaboración con el programa VNU comenzó en 1986. El gobierno aumentó su ayuda mundial al voluntariado al copatrocinar la Resolución 70/129: Integración del voluntariado en la paz y el desarrollo. Adoptada en el año 2015, la resolución reconoce el voluntariado como un poderoso medio de implantación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
Los Voluntarios de la ONU financiados por el Gobierno de Corea que actualmente prestan sus servicios lo hacen en más de 30 países entre África, Asia, Europa y América del Sur, en organismos asociados de las Naciones Unidas. Como Voluntarios de la ONU, impulsan la acción de las comunidades y dan poder a las personas.
Sung-gil Lee es Voluntario de la ONU Especialista en Medio Ambiente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Timor-Leste y contribuye a garantizar la sostenibilidad ambiental en el país, uno de los más vulnerables al cambio climático, destacando los posibles desafíos ambientales.
Sung-gil evalúa las políticas y las cuestiones de desarrollo como el impacto del humo en interiores debido al uso de estufas tradicionales. Señala que «La pobreza y las caras importaciones como el queroseno llevan a los timorenses a utilizar estufas tradicionales, lo que empeora la salud de los niños porque estas producen mucho humo.» Al distribuir estufas eficientes en combustible y respetuosas con el medio ambiente hechas de papel de desecho, cáscara de café y residuos orgánicos, Sung-gil dice que «marca una diferencia en la vida diaria de los timorenses y así ayuda a que su futuro sea limpio y verde.»
Otra ciudadana coreana, Minhee Noh, es una Joven Voluntaria de la ONU que trabaja para la consolidación de la paz y la coordinación humanitaria. Como Oficial de Desarme, Desmovilización y Reintegración, trabaja en Jerusalén Oriental en el Estado de Palestina con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH). «Antes de mi asignación como voluntaria, no podía entender qué significaba no tener acceso a servicios sociales básicos.»
En su labor, Minhee apoya la asistencia humanitaria al evaluar varios grupos de servicios sociales básicos como educación, seguridad alimentaria y salud y protección. «La coordinación salva vidas. La respuesta humanitaria no puede alcanzar a todos los beneficiarios sin el trabajo de evaluación y supervisión de las realidades sobre el terreno. Nosotros, los jóvenes, podemos hacer del mundo un lugar mejor para las generaciones futuras.»
Los Voluntarios ONU de Corea continúan teniendo un tremendo impacto alrededor del mundo y trabajan a nivel comunitario para que los cambios se hagan realidad.
Yura Bak, Joven Voluntaria de la ONU Auxiliar Legal y de Política del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), presta sus servicios actualmente en la ciudad de Phnom Penh en Camboya, donde trabaja con grupos vulnerables que son excluidos de proyectos relacionados con el desarrollo dentro de sus comunidades. «Mi trabajo se centra en los derechos humanos, especialmente en el derecho a un nivel de vida adecuado. Como parte de mi labor de voluntariado, visito sitios de reasentamiento en Camboya para evaluar la situación de sus habitantes y determinar si cumplen con las normas internacionales.»
Yura comparte sus hallazgos con el gobierno. «Estoy contribuyendo al desarrollo sostenible con mi trabajo al no dejar a nadie atrás y luchar por los derechos humanos de otros, mientras nos aseguramos de que todos vivamos en un mundo inclusivo.»
Los Voluntarios de la ONU están al frente de los problemas globales más apremiantes a través de las Naciones Unidas en todo el mundo. Entre los Voluntarios ONU de Corea hay desde expertos con años de experiencia hasta estudiantes universitarios y jóvenes que acaban de empezar su andadura profesional. Trabajan en diversas áreas, que van desde la igualdad de género hasta la sanidad, y desde la supervisión y evaluación hasta las comunicaciones.
Con Voluntarios de la ONU como Sung-gil, Minhee, Yura y otros muchos, la República de Corea continúa reafirmando su compromiso con el voluntariado, la paz mundial y el desarrollo sostenible.
En 2016, el programa VNU desplegó 6.590 Voluntarios de la ONU en 126 países, de los que unos 418 fueron financiados por los asociados de los programas de financiación gubernamental del programa VNU. Entre estos, Corea financió a 60 Voluntarios de la ONU, un número que se duplicará en 2017.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea de las Naciones Unidas Ana Lainez.