Luis Moreno Cabrales (España) es un Voluntario ONU y Funcionario Asociado Encargado de la Determinación de la Condición de Refugiado que presta servicio en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Rabat (Marruecos). Como trabajador social, Luis se ha dedicado a los refugiados durante casi toda su vida profesional, no solo en España para el sistema nacional de acogida a solicitantes y beneficiarios de protección internacional, sino también en el extranjero. Su misión está totalmente financiada por el Gobierno de España. Luis Moreno Cabrales (izquierda), Voluntario ONU y Funcionario Asociado Encargado de la Determinación de la Condición de Refugiado con el ACNUR, en servicio. ©ACNUR/Ass Hagouchi, 2022
Mi papel en el día a día consiste en ayudar a los solicitantes de asilo a justificar sus solicitudes. Se trata de entrevistar a los solicitantes de asilo en Marruecos para conocer los motivos por los que solicitan protección internacional y, a partir de sus declaraciones, evaluar su caso para realizar una recomendación sobre la conveniencia de aceptar su solicitud.
Es una misión muy interesante. Por un lado, porque tengo la oportunidad de escuchar historias de vida increíbles, marcadas por mucho sufrimiento e injusticia, pero también por el valor, la tenacidad y la dignidad de estas personas a las que admiro y respeto profundamente. Por otro lado, esta labor me permite conocer la situación de muchos países, su cultura, su forma de vida y los conflictos que atraviesan. Tengo la impresión de haber viajado a muchos países sin salir de mi oficina.
A través de las entrevistas, intento crear un clima adecuado para que los solicitantes de asilo puedan recordar toda su historia y me proporcionen el mayor número de detalles posible sobre lo que han vivido. Además, intento esclarecer las partes de su historia que son menos claras o necesitan más detalle. Esta es la parte más difícil, pero también la que más me gusta.
En efecto, debo escuchar experiencias muy dolorosas que no deseo que nadie tenga. Sin embargo, estas personas confían en mí para contarme sus historias, las cuales seguramente no han compartido con muchas personas, ni siquiera con sus allegados. Es una oportunidad para que dejen salir lo que han reprimido en su interior y empiecen de nuevo. Además, es una oportunidad para que se les escuche con respeto, porque su historia merece ser escuchada. -- Luis Moreno Cabrales, Voluntario ONU y Funcionario Asociado Encargado de la Determinación de la Condición de Refugiado del ACNUR en Marruecos
Posteriormente, hago un análisis completo para demostrar la credibilidad de su historia, señalar las pruebas que pude encontrar y analizar la situación en su país de origen para explicar por qué no pueden volver.
Desde el comienzo de mi misión como Voluntario ONU, he realizado 122 entrevistas con personas de más de 12 nacionalidades, con diferentes perfiles: LGBT, disidentes políticos, víctimas de conflictos étnicos, personas que huyen de conflictos armados y menores no acompañados. He realizado 98 recomendaciones sobre la condición de estas personas. Las personas a las que he apoyado para que se les reconozca la condición de refugiado gozan ahora de seguridad jurídica en Marruecos y del apoyo de los servicios de protección del ACNUR.
A menudo se pide a los Voluntarios ONU que definan en una palabra lo que significa para ellos el voluntariado. Siempre digo que es una situación beneficiosa para todos. Por un lado, me siento útil: he podido aportar mi experiencia y mis conocimientos en favor de esta causa. Por otro lado, he aprendido mucho y he vivido experiencias humanas que me han enriquecido mucho. -- Luis Moreno Cabrales
Las personas que conozco cada día son una inspiración para seguir adelante y saber que el ser humano puede superar muchas situaciones. Además, esto me ha ayudado a ser consciente de la injusticia que existe en muchas partes del mundo y me ha motivado a seguir luchando por un mundo más justo.
En una ocasión, realicé una entrevista con un solicitante de asilo que exigía mucho tacto y paciencia, ya que era la primera vez en su vida que esta persona hablaba con alguien sobre su orientación sexual. Al final de la entrevista, me dijo: “Siempre pensé que era normal que la gente me odiara y me tratara mal por ser como soy. Pero hoy me han escuchado con respeto y atención, y me he dado cuenta de que no es normal que la gente me odie y me maltrate por ser quien soy. Le doy la medalla a la primera persona que me ha tratado con respeto en la vida”.
Esa medalla invisible que me dio este refugiado es la mejor recompensa que podía obtener de esta experiencia de voluntariado.