África tiene la población más joven del mundo: el 70 % de la población de África Subsahariana tiene menos de 30 años, según estimaciones de la ONU. En 2050, uno de cada tres jóvenes del mundo vivirá en África Subsahariana. La floreciente población juvenil es a la vez una oportunidad y un reto para el continente. Para aprovechar esta oportunidad demográfica, el continente debe superar algunas dificultades. Una de las más significativas es el desempleo juvenil. Aunque los importantes recursos naturales del continente son vitales, la creatividad, las habilidades y la innovación de su joven población serán el factor más decisivo para la transformación económica del continente.
El Banco Africano de Desarrollo informa de que, aunque entre 10 y 12 millones de jóvenes se incorporan cada año a la población activa en África, solo se crean 3 millones de empleos formales al año. En consecuencia, un tercio de los jóvenes africanos está desempleado, otro tercio tiene un empleo vulnerable y solo uno de cada seis tiene un empleo asalariado, mientras que el empleo informal representa más del 80 % del empleo total en la región.
Por tanto, la mayoría de los jóvenes carecen de acceso a redes de seguridad social y medios de vida sostenibles. La aparición de la pandemia de COVID-19 ha agravado aún más la situación. La situación también es compleja para las mujeres jóvenes, que a menudo se enfrentan a multitud de retos relacionados, como un acceso limitado a los servicios de salud reproductiva y educación.
La frustración y la desesperanza de una joven población africana desempleada pueden tener graves consecuencias no solo para la región, sino para todo el mundo. El desempleo juvenil en África se traduce en peores condiciones de vida, alimenta la emigración fuera de África y contribuye a los conflictos y la desestabilización de la región.
Urge, por tanto, crear más oportunidades para la juventud africana a través de enfoques polifacéticos e inclusivos que contribuyan a convertir el dividendo demográfico de África en un dividendo económico.
La buena noticia es que el reto del desempleo juvenil en África ya está siendo abordado por instituciones africanas clave y por gobiernos africanos con gran imaginación, envergadura y ambición. A escala continental, el desempleo juvenil ocupa un lugar central en la Agenda 2063 de la Unión Africana, cuyo objetivo es lograr un "África integrada, próspera y pacífica, impulsada por sus propios ciudadanos, que represente una fuerza dinámica en la escena internacional".
En consonancia con esta visión continental, varios gobiernos africanos han puesto en marcha ambiciosas estrategias para afrontar el reto. Pero los gobiernos africanos no pueden actuar solos. Los asociados para el desarrollo, las fundaciones privadas y las instituciones extranjeras residentes en África tienen la responsabilidad de prestar su apoyo. La gravedad de la situación varía entre las distintas subregiones, entre países y dentro de un mismo país a lo largo del tiempo. Por tanto, no podemos adoptar soluciones únicas. Sin embargo, algunos retos siguen siendo comunes en la mayor parte de África Subsahariana y las lecciones aprendidas en distintos países podrían ser útiles en otros.
La estrategia irlandesa para África se centra en ayudar a los gobiernos africanos a crear las instituciones y los sistemas necesarios para atender las necesidades de sus ciudadanos, como la educación, la formación y la creación de empleo.
En Mozambique, Eswatini y Madagascar, donde he tenido el privilegio de representar al pueblo irlandés, el desarrollo de las capacidades nacionales, especialmente de las mujeres y los jóvenes, ha sido siempre una prioridad para el Gobierno irlandés. Más recientemente, las instituciones gubernamentales de esta subregión solicitan cada vez más a Irlanda que comparta más experiencia y conocimientos en materia de desarrollo, sobre todo en ámbitos como la educación y la capacitación de los jóvenes para mejorar su preparación laboral y sus aptitudes emprendedoras, la consolidación de la paz y la prevención de conflictos, el desarrollo rural y la agroindustria, y el comercio y el desarrollo empresarial.
Una de las áreas en las que el Gobierno de Irlanda ha invertido recursos considerables es la promoción del voluntariado para el desarrollo de las capacidades nacionales, en especial de los jóvenes.
Irlanda apoya firmemente el voluntariado como herramienta para el desarrollo y fue uno de los copatrocinadores de la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2018 sobre el voluntariado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El voluntariado es relevante para personas de todas las edades como fuente de capital social y buena voluntad. En el contexto de la mayoría de los países africanos, el voluntariado es una herramienta especialmente importante para promover el desarrollo de la juventud.
Las investigaciones demuestran que el voluntariado es una vía importante para mejorar el empleo y la empleabilidad de los jóvenes, sobre todo porque influye en las aptitudes interpersonales transferibles que las instituciones educativas no suelen abordar. Mediante el voluntariado, los jóvenes profesionales pueden perfeccionar sus propuestas de valor profesional y su capacidad para resolver problemas.
Una encuesta de LinkedIn reveló que los directivos contratantes valoran la experiencia de trabajo voluntario en la misma medida que el trabajo remunerado cuando evalúan a los candidatos. El voluntariado también muestra a los posibles empleadores que una persona ha demostrado voluntad de trabajar y está comprometida con su propio desarrollo profesional. No obstante, no todas las oportunidades de voluntariado tendrán el mismo efecto en el aumento de la empleabilidad, por lo que debe aplicarse una mirada crítica a la hora de evaluar las opciones de voluntariado.
Para promover el voluntariado en todo el mundo, Irlanda colabora desde hace tiempo con el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU). Como servicio común a las Naciones Unidas, los Voluntarios de las Naciones Unidas son un símbolo de la diversidad y la solidaridad mundiales
En los últimos 10 años, Irlanda ha financiado la asignación de unos 300 Voluntarios de las Naciones Unidas en todo el sistema de la ONU. En 2021, 44 ciudadanos irlandeses trabajaron como Voluntarios de las Naciones Unidas, 39 de los cuales fueron financiados por el Gobierno de Irlanda y 25 de ellos prestaron servicio en África. El Gobierno irlandés también aporta una contribución al Fondo Voluntario Especial (SVF, por sus siglas en inglés) del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas, un recurso flexible para aplicar el Marco Estratégico del programa VNU. Además de financiar a ciudadanos irlandeses para que presten servicio en dicho programa, Irlanda es uno de los pocos países que financia directamente a ciudadanos de países en desarrollo para que presten servicio como Voluntarios de las Naciones Unidas nacionales en sus respectivos países.
En consonancia con el compromiso global de Irlanda con el desarrollo de la juventud, la Embajada de Irlanda en Mozambique ha priorizado el empleo juvenil como una cuestión transversal y de suma prioridad y lo está abordando en el marco de un enfoque interdisciplinario, multisectorial y de múltiples partes interesadas, trabajando en todos los sectores de la educación, la salud, la protección social, la gobernanza, la acción climática y la consolidación de la paz.
Además de adoptar un enfoque integrador, la Embajada cuenta con una serie de programas centrados en la juventud, entre los que se incluyen: un programa piloto que pone en contacto a jóvenes en prácticas con empresarios y se complementa con apoyo sistemático de mentores y acompañamiento experto; financiación inicial y apoyo a empresas de nueva creación de jóvenes centradas en el clima; proyectos artísticos, culturales y deportivos para el desarrollo; y programas de empoderamiento de las niñas, entre otros.
La Embajada se siente especialmente orgullosa de colaborar con la oficina del programa VNU en Mozambique para ayudar a la UNESCO y a la Secretaría de Paz administrada por la UNOPS en el despliegue de ocho Voluntarios de las Naciones Unidas en varias ciudades del país. Los Voluntarios de las Naciones Unidas prestan servicio con gran pasión y valentía, proporcionando un apoyo fundamental en la consolidación de la paz y el desarrollo comunitario. Demuestran el importante potencial de los jóvenes mozambiqueños, que, si se les brindan oportunidades y estructuras de apoyo suficientes, pueden impulsar la prosperidad social y económica del país.
Mediante la creación y promoción de oportunidades de voluntariado para la juventud africana, los gobiernos, los asociados para el desarrollo y las instituciones de África pueden ayudar a los jóvenes africanos a adquirir las habilidades y conocimientos necesarios en los mercados laborales y abordar el reto del empleo juvenil en África, convirtiendo el dividendo demográfico africano en un dividendo económico. Irlanda se compromete a seguir apoyando el programa nacional de Voluntarios de las Naciones Unidas en Mozambique. Compartiremos nuestra experiencia positiva con los asociados para el desarrollo y abogaremos por que otros programas bilaterales consideren este enfoque.