Mi trabajo ayuda a los pueblos indígenas, a las personas con discapacidad y a la juventud a adquirir consciencia de sus derechos y a organizarse en redes que les permitan trabajar unidos para mejorar su situación.
Como Voluntario de las Naciones Unidas con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Guatemala, Ramiro Barriga, de Bolivia, trabaja en la sección que trata temas de discriminación y derechos económicos, sociales y culturales.
Ofrece apoyo técnico y de coordinación de las instituciones gubernamentales, sociedad civil y organizaciones no gubernamentales en la creación de estrategias para la promoción y protección de los derechos humanos. Trabaja con un equipo dedicado a analizar el trato que reciben los pueblos indígenas, sobre todo en lo referente al respeto de las tierras y territorios indígenas frente a la explotación de recursos naturales.
Mi contribución como Voluntario de las Naciones Unidas ayuda a las personas a tomar consciencia de sus derechos, y a exigir que estos sean respetados y defendidos por aquellos que tienen la responsabilidad de hacerlo, explica Ramiro.
Mi trabajo ayuda a los pueblos indígenas, a las personas con discapacidad y a la juventud a adquirir consciencia de sus derechos y a organizarse en redes que les permitan trabajar unidos para mejorar su situación.Ramiro también ayuda a promover los derechos humanos mediante la difusión de información, y apoya programas de desarrollo de capacidades y el diálogo estratégico entre diferentes interesados para fomentar cambios en las estructuras políticas, legales y administrativas del país. Ha colaborado en el proyecto Hip-Hop por Guatemala, que ha reunido a jóvenes de zonas marginadas de la Ciudad de Guatemala para abordar cuestiones relacionadas con los derechos humanos. El proyecto ha consistido en una mezcla de talleres en los que se han tratado temas como la prevención de la violencia, la criminalización y el estigma hacia los jóvenes, la violencia de género, el conflicto armado y los derechos humanos. El resultado de esta actividad ha sido un certamen en el que los participantes, a través del arte, construyeron ideas, denunciaron y promovieron los derechos humanos y contaron sus realidades cotidianas. A la iniciativa se sumaron artistas nacionales e internacionales que incentivaron a los jóvenes a un diálogo constructivo. El evento se cerró con un baile y exposición de grafiti ilustrando los temas tratados. Esta experiencia me ha hecho comprender el poder transformador del voluntariado, Ramiro concluye. Uniendo unas pocas manos se puede contribuir a grandes cambios sin que importe la nacionalidad o el origen, sino solo la causa que nos une.
-- Ramiro Barriga, Oficial de Derechos Humanos VNU