Para superar los distintos retos tenemos que desarrollar nuevas estrategias para atraer a las organizaciones de mujeres y ONG, así como también presentar esta formación a las mujeres.
La Voluntaria de las Naciones Unidas nacional Cagla (pronunciado Challa) Cavusoglu empezó su labor en Estambul el pasado septiembre movilizando a los jóvenes en el campo de las tecnologías de la información (TI), con el fin de que éstos colaboraran como voluntarios y formaran a la juventud turca económicamente desfavorecida.
Los cursos gratuitos de aprendizaje en línea ofrecidos por la Cisco Networking Academy se centran en la obtención de certificados en tecnologías de la información y la comunicación (TIC).Una vez los jóvenes han completado la formación, se les anima a que participen como formadores voluntarios.
Desde que comenzó en 2006 bajo el nombre de SPARK (Movimiento Juvenil de Informática, por sus siglas en inglés), el proyecto ha proporcionado formación en TI a más de 2.300 estudiantes en Turquía, entre los que se incluyen adolescentes. En noviembre, las obligaciones de Cagla aumentaron cuando se lanzó SPARK para mujeres con el objetivo de llegar a las mujeres de todas las edades y orígenes, las cuales ya suelen representar un grupo económicamente más desfavorecido. Actualmente, Cagla busca también formadores voluntarios y mujeres locales para impartir y recibir, respectivamente, el nuevo curso llamado aspectos básicos de las TI. Durante una semana intensiva, los participantes asisten a un curso de formación de 75 horas en TI, búsqueda de trabajo y supervivencia en el ámbito laboral. Complementamos una formación en competencias especializadas de TIC básicas y esenciales con una enseñanza en competencias profesionales, como la redacción de un currículum o técnicas para una entrevista de trabajo, estas últimas impartidas por expertos en recursos humanos. Asimismo, también ofrecemos clases sobre derecho laboral y derechos civiles impartidas por abogados, explica Cagla. El objetivo es que las mujeres mejoren sus aptitudes en TI así como sus habilidades para encontrar y mantener un trabajo en el mercado laboral. A aquellas que se gradúan, se les anima a convertirse en formadoras voluntarias para compartir sus nuevos conocimientos con más mujeres.
Aún estamos en el comienzo de este proyecto pero, hasta ahora, 75 mujeres ya han finalizado la formación completa, dice Cagla con cierto orgullo. También hay dos sesiones que están teniendo lugar ahora mismo en Estambul e Izmir, con un total de 60 mujeres matriculadas. La semana que viene empezará otra sesión en la ciudad de Denizli. El proyecto se enfrenta a ciertas dificultades debido a las tensiones interétnicas en el sureste de Turquía, combinadas con las existentes prácticas y creencias culturales. Algunas familias no quieren que sus hijas formen parte en proyectos de los que no saben nada, declara Cagla. Las mujeres a veces se echan atrás y, dadas las diferencias étnicas entre los instructores y los estudiantes, los formadores podrían usar más competencias básicas para formarse a si mismos, señala. Para superar los distintos retos tenemos que desarrollar nuevas estrategias para atraer a las organizaciones de mujeres y ONG, así como también presentar esta formación a las mujeres. --Cagla Cavusoglu, Voluntaria de las Naciones Unidas para Cisco Networking Academy Cagla continúa impertérrita y disfruta de una visión positiva de su tarea.
Como candidata a doctorado que lleva a cabo una investigación en economía política internacional y desarrollo, pensé que trabajar en este proyecto me permitiría utilizar tanto mis aptitudes teóricas como prácticas, dice Cagla. Hasta ahora, mi hipótesis está demostrando ser cierta.
Biografía:
Tras completar sus estudios superiores en Turquía, su país de origen, Cagla Cavusoglu fue a la Universidad de Nueva York con una beca Fullbright, donde comenzó un máster en política. Al darse cuenta de que varios miembros de su facultad compaginaban los estudios con proyectos para la ONU, incluido el PNUD, Cagla se animó a solicitar este proyecto del programa VNU mientras trabaja a su vez en su tesis doctoral.
Desde que comenzó en 2006 bajo el nombre de SPARK (Movimiento Juvenil de Informática, por sus siglas en inglés), el proyecto ha proporcionado formación en TI a más de 2.300 estudiantes en Turquía, entre los que se incluyen adolescentes. En noviembre, las obligaciones de Cagla aumentaron cuando se lanzó SPARK para mujeres con el objetivo de llegar a las mujeres de todas las edades y orígenes, las cuales ya suelen representar un grupo económicamente más desfavorecido. Actualmente, Cagla busca también formadores voluntarios y mujeres locales para impartir y recibir, respectivamente, el nuevo curso llamado aspectos básicos de las TI. Durante una semana intensiva, los participantes asisten a un curso de formación de 75 horas en TI, búsqueda de trabajo y supervivencia en el ámbito laboral. Complementamos una formación en competencias especializadas de TIC básicas y esenciales con una enseñanza en competencias profesionales, como la redacción de un currículum o técnicas para una entrevista de trabajo, estas últimas impartidas por expertos en recursos humanos. Asimismo, también ofrecemos clases sobre derecho laboral y derechos civiles impartidas por abogados, explica Cagla. El objetivo es que las mujeres mejoren sus aptitudes en TI así como sus habilidades para encontrar y mantener un trabajo en el mercado laboral. A aquellas que se gradúan, se les anima a convertirse en formadoras voluntarias para compartir sus nuevos conocimientos con más mujeres.
Aún estamos en el comienzo de este proyecto pero, hasta ahora, 75 mujeres ya han finalizado la formación completa, dice Cagla con cierto orgullo. También hay dos sesiones que están teniendo lugar ahora mismo en Estambul e Izmir, con un total de 60 mujeres matriculadas. La semana que viene empezará otra sesión en la ciudad de Denizli. El proyecto se enfrenta a ciertas dificultades debido a las tensiones interétnicas en el sureste de Turquía, combinadas con las existentes prácticas y creencias culturales. Algunas familias no quieren que sus hijas formen parte en proyectos de los que no saben nada, declara Cagla. Las mujeres a veces se echan atrás y, dadas las diferencias étnicas entre los instructores y los estudiantes, los formadores podrían usar más competencias básicas para formarse a si mismos, señala. Para superar los distintos retos tenemos que desarrollar nuevas estrategias para atraer a las organizaciones de mujeres y ONG, así como también presentar esta formación a las mujeres. --Cagla Cavusoglu, Voluntaria de las Naciones Unidas para Cisco Networking Academy Cagla continúa impertérrita y disfruta de una visión positiva de su tarea.
Como candidata a doctorado que lleva a cabo una investigación en economía política internacional y desarrollo, pensé que trabajar en este proyecto me permitiría utilizar tanto mis aptitudes teóricas como prácticas, dice Cagla. Hasta ahora, mi hipótesis está demostrando ser cierta.
Biografía:
Tras completar sus estudios superiores en Turquía, su país de origen, Cagla Cavusoglu fue a la Universidad de Nueva York con una beca Fullbright, donde comenzó un máster en política. Al darse cuenta de que varios miembros de su facultad compaginaban los estudios con proyectos para la ONU, incluido el PNUD, Cagla se animó a solicitar este proyecto del programa VNU mientras trabaja a su vez en su tesis doctoral.