El programa de empleo y retención de los jóvenes, o YERP, como se le conocía comúnmente por sus siglas en inglés, pretendía ofrecer a los jóvenes nuevos puntos de entrada al mercado laboral y, al mismo tiempo, desalentar su emigración ilegal, para prevenir la pérdida de valiosos recursos del país. Con 24 Voluntarios de la ONU nacionales, el programa VNU desempeñó un papel crucial para utilizar el voluntariado como una conexión entre la educación y el mercado laboral, apoyando al gobierno, al sistema público de empleo y a la sociedad civil con un paquete integrado de medidas por la empleabilidad de los jóvenes.
El desempleo juvenil en Bosnia y Herzegovina (BiH) está alcanzando un máximo crítico. La tasa del 63,1 por ciento en 2013, según la previsión anual “Tendencias mundiales del empleo 2014” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), significa que dos de cada tres jóvenes no tienen trabajo. La falta de trabajo juvenil se debe en parte al sistema educativo, que no es completamente funcional para satisfacer las necesidades del mercado.
El programa de empleo y retención de los jóvenes, o YERP, como se le conocía comúnmente por sus siglas en inglés, pretendía ofrecer a los jóvenes nuevos puntos de entrada al mercado laboral y, al mismo tiempo, desalentar su emigración ilegal, para prevenir la pérdida de valiosos recursos del país.
El programa, que duró desde 2010 hasta 2013, lo pusieron en marcha de forma conjunta el gobierno de BiH, el programa VNU, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con financiación del programa VNU y del Fondo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de España.
Con 24 Voluntarios de la ONU nacionales, el programa VNU desempeñó un papel crucial para utilizar el voluntariado como una conexión entre la educación y el mercado laboral, apoyando al gobierno, al sistema público de empleo y a la sociedad civil con un paquete integrado de medidas por la empleabilidad de los jóvenes. Como parte de las medidas, se abrieron 17 Centros de Empleo Juvenil (Centros CISO), atendiendo a más de 5.900 jóvenes e involucrando a más de 4.000 miembros de la comunidad, y se establecieron dos Grupos de Trabajo Juvenil.
Los Grupos de Trabajo, compuestos por la sociedad civil, el sector privado y representantes del gobierno, trabajaron en el desarrollo de una política para favorecer la experiencia laboral de los jóvenes, introduciendo esquemas para la experiencia laboral de los jóvenes y dando un reconocimiento oficial a la experiencia en voluntariado.
Los Voluntarios de la ONU ofrecen talleres en muchas áreas, como en la redacción de CV, la preparación para entrevistas, estrategias de búsqueda de empleo, conocimientos informáticos y lenguas extranjeras. Hasta la fecha, los Centros siguen operativos, proporcionando asesoramiento individual, orientación y formación a los jóvenes.
Artículo traducido del inglés por el Voluntario en línea ONU Manuel Escudero.