Como mujer joven y voluntaria pasante del programa VNU, estoy orgullosa de trabajar por el empoderamiento económico de la mujer en ONU Mujeres en Nicaragua. Mi trabajo es apoyar a cuatro homólogas que trabajan en el campo: mujeres de zonas rurales que necesitan su propia tierra, sindicalistas que abogan por los derechos laborales, mujeres que buscan reformar la ley de seguridad social, y hombres y mujeres que trabajan para desarrollar un modelo para buenas prácticas empresariales sobre la igualdad de género.
Como mujer joven y voluntaria pasante del programa VNU, estoy orgullosa de trabajar por el empoderamiento económico de la mujer en ONU Mujeres en Nicaragua. Mi trabajo es apoyar a cuatro homólogas que trabajan en el campo: mujeres de zonas rurales que necesitan su propia tierra, sindicalistas que abogan por los derechos laborales, mujeres que buscan reformar la ley de seguridad social, y hombres y mujeres que trabajan para desarrollar un modelo para buenas prácticas empresariales sobre la igualdad de género.
Trabajar con estas mujeres y para ellas me ha inspirado en muchos aspectos. Hizo que me cuestionara cuáles son las causas de la desigualdad de género, por qué toma tantas formas diferentes, qué soluciones serían realistas y eficaces y si hay algo que yo pueda hacer al respecto. También reflexiono sobre los problemas que enfrentan las mujeres en Corea, de donde soy, y qué están haciendo las mujeres al respecto, para poder unirme a ellas cuando vuelva.
Cuando pensaba si había algo que yo pudiera hacer, Voluntarios de las Naciones Unidas en Managua decidieron organizar una actividad conjunta de voluntariado. Fuimos a una escuela primaria a la que algunos voluntarios ya habían llevado latas reciclables y en la que habían ayudado a reciclar los residuos del patio escolar. Como la basura es un gran problema en Nicaragua, me entusiasmó la idea.
Escribí una historia sobre el cambio climático con algunos ejemplos de los cambios que hubo en Nicaragua y les mostré a los niños cómo se pueden reciclar algunas de las cosas que normalmente desechamos. La maceta que llevé, hecha con una botella plástica y en la que había plantado albahaca, tuvo mucho éxito entre los niños. También plantamos plantas en el patio de la escuela, lo que interesó y entusiasmó mucho a los chicos.
Mientras los chicos esperaban la merienda, comencé a levantar residuos del suelo. Algunos de los chicos, que me estaban mirando, se sumaron. Me sorprendí y me conmoví al darme cuenta de que lo que uno hace tiene efecto sobre los demás y que eso puede ser una fuente de cambio. En mi camino a casa ese día, llevé un par de guantes de goma para recoger basura en las calles de mi barrio, por lo que siempre me quejé pero por lo que nunca había hecho nada.
Mi cita favorita es de Gandhi: «Sé el cambio que quieras ver en el mundo». Me entusiasma ser una pequeña parte de esta gran oportunidad para generar un cambio.
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Biografía: Jungeun Sohn es de Corea del Sur. Estudió español y francés en la universidad y tiene un máster en política de desarrollo económico. Realizó sus primeras prácticas con el organismo de fomento del comercio y la inversión de Corea (KOTRA) en Perú y con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Chile. Totalmente financiada por la Fundación Asan Nanum (FAN), trabaja como voluntaria pasante con ONU Mujeres en Nicaragua por el empoderamiento económico de la mujer. Es una soñadora, una lectora, una cocinera, una persona que comparte, que hace y que espera ser una pensadora global y una activista local.
Artículo traducido del inglés al español por la Voluntaria de las Naciones Unidas en línea Gisela Cracco, a través del servicio Voluntariado en Línea del programa VNU.