El aumento de la inestabilidad y la fragilidad genera en muchos países comunidades particularmente vulnerables y dependientes de la propia resiliencia. El programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), en asociación con ActionAid, la Asociación de Centros de Voluntariado (Rusia), la Federación de Voluntariado de Beijing, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y Volunteer Service Overseas (VSO), está desplegando 15 voluntarios nacionales e internacionales para recoger información sobre el aporte del voluntariado a las comunidades frágiles y los entornos posconflicto.
Los datos reunidos por los investigadores voluntarios servirán para redactar la edición de 2018 del Informe sobre el Estado del Voluntariado en el Mundo, cuyo tema es “Comunidades resilientes: el papel del voluntariado en un mundo turbulento.”
Christina Giannopoulou es una voluntaria nacional de Action Aid en Grecia. Trabajará en una zona desfavorecida de Atenas con alto porcentaje de desempleo y escaso acceso a los servicios básicos, en la que para responder a los problemas sociales han proliferado iniciativas de voluntariado de distintos agentes. “Como no hay mucha gente que investigue el sector sin finalidades de lucro y carecemos de datos fiables, creo que el informe es un esfuerzo importante para generar conocimiento sobre el voluntariado en Grecia en estos tiempos difíciles de crisis económica y migraciones.”
Los voluntarios que operan dentro de una comunidad suelen ser los primeros en brindar apoyo ante un evento desestabilizador o un desastre; y en las crisis, las situaciones posconflicto o los esfuerzos de creación de la paz locales, nacionales o globales podrían ser actores aún más centrales.
“Espero que los resultados del informe alienten a los gobiernos a apoyar el trabajo de los voluntarios en el terreno, algo que a su vez estimulará los esfuerzos de la comunidad para reaccionar ante eventos adversos como los que acompañan al cambio climático”, dice Consuelo Fernández Manchego, de Bolivia, Voluntaria ONU especialista en voluntariado e investigación para el Informe que realizará su investigación de campo en Guatemala.
Espero que los resultados del informe alienten a los gobiernos a apoyar el trabajo de los voluntarios en el terreno, algo que a su vez estimulará los esfuerzos de la comunidad para reaccionar ante eventos adversos como los que acompañan al cambio climático.
Sae Ishihara es voluntaria de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y llevará a cabo su investigación de campo en Sri Lanka. A través del Informe de 2018 espera “poder mostrar que el voluntariado contribuye al bienestar de las personas y llevar hasta los niveles altos de la política este mensaje basado en la evidencia que surge desde la base”.
En una comunidad amazónica de Rurrenabaque (Bolivia) en la que los voluntarios traspasan conocimientos para la producción sostenible y prácticas agrícolas ancestrales de los indígenas a los campesinos, realizará su investigación de campo para el Informe de 2018 Jimena Cazzaniga Pesenti de Argentina. “Por primera se realizará investigación primaria para el Informe, y se hará colaborando en línea con otros colegas. Estoy ansiosa por empezar a aprender tanto de la comunidad boliviana como de mis compañeros investigadores”.
En su trabajo de campo para el Informe, Azizi Bahar, nueva voluntaria de la Cruz Roja de los Países Bajos, utilizará la experiencia acumulada durante su maestría en Psicología para recoger datos sobre el impacto del voluntariado en la resiliencia de una comunidad multicultural cerca de La Haya. Está convencida de que la resiliencia es necesaria no solamente para los refugiados y los inmigrantes del Sur, sino también para muchos miembros de las culturas mayoritarias de los países desarrollados, como por ejemplo los nativos holandeses.
Julia Oliveira trabajará para el Informe en Toliara, Madagascar. Está impaciente por comenzar estos diez meses durante los cuales podrá trabajar de manera autónoma en idear la investigación y, hasta cierto punto, la metodología. “Aunque estaremos dispersos, fue estimulante encontrarse con otros colegas y sentirse parte de un equipo”, dice a propósito de los participantes que conoció durante el taller de preparación.
Todos los investigadores están convencidos de la importancia del Informe para el programa VNU y comparten grandes expectativas acerca de la posibilidad de responder con la edición de 2018 a interrogantes de ediciones anteriores. La interacción con las comunidades y con múltiples portadores de intereses, incluidos los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, se celebrará bajo el liderazgo y la supervisión de un equipo de investigadores profesionales.
Para obtener las pruebas y los datos que volcarán en el informe, los investigadores voluntarios vivirán seis meses en diferentes comunidades de Bolivia, Burundi, China, Filipinas, Grecia, Guatemala, Egipto, Madagascar, Malawi, Myanmar, Países Bajos, Rusia, Sri Lanka, Sudán y Tanzanía.
Informes anteriores incluyen el Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo 2015: Transformar la gobernanza y el Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo 2011: Valores universales para alcanzar el bienestar mundial.
Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea de las Naciones Unidas Delia Tasso.