Preity worked with international volunteers on a house-building project (2015).
Preity trabajó con voluntarios internacionales en un proyecto de construcción de viviendas (2015).

Ladrillo a ladrillo, voluntarios reconstruyen Nepal

En Nepal, a raíz del seísmo de 2015, el trabajo de los voluntarios ha sido más necesario que nunca. Después de ver el impacto del terremoto, la joven voluntaria nepalí de 25 años Preity decidió ofrecerse como voluntaria en su país de origen con la ONG de desarrollo sostenible Raleigh International.

Muchas personas en comunidades rurales de Nepal han estado viviendo en condiciones de hacinamiento en refugios temporales durante los últimos dos años, por lo que Preity decidió ofrecerse como voluntaria para ayudar a construir viviendas a prueba de seísmos para las víctimas del terremoto.

Preity dice: "Después de que los devastadores terremotos golpearan Nepal en 2015, las comunidades cercanas al epicentro de los seísmos sufrieron pérdidas masivas: vidas, hogares y medios de sustento. Mucha gente del epicentro del distrito de Gorkha necesitaba apoyo para comenzar su vida de nuevo, ya que no son lo suficientemente solventes para financiar la construcción de una casa nueva solos. 

Mi equipo de voluntarios ayudó a construir tres casas en tres comunidades situadas en las aldeas rurales de Baltar, Chapthok y Adhikari Gaun. Trabajamos conjuntamente con un socio del proyecto local, Build Up Nepal, y aprendimos del comité local de mujeres sobre técnicas de construcción de casas a prueba de seísmos. Hablamos con la gente que recibía las casas, y todos parecían muy felices de tener una casa sólida para ellos y estaban realmente agradecidos por la oportunidad de trabajar con jóvenes de todo el mundo.

Uno de los miembros de la comunidad que se benefició del proyecto de construcción de casas de los voluntarios fue Jureli, una madre soltera con seis hijos que vive en Kotdada. Antes de que llegaran los voluntarios, Jureli aún vivía en una casa dañada por el terremoto con su hija de 10 años. Tenía una deuda considerable por el pago de la construcción de su última casa, que se construyó solo un año antes del terremoto. Había estado luchando para obtener ayuda con el fin de construir su nueva casa, y sentía que las dificultades se debían a su pobreza y casta, así como la condición social que tenía por el hecho de ser  viuda.

Voluntarios de Raleigh como Preity trabajaron con Jureli, ayudando a sentar las bases de su casa y a limpiar los escombros que la cementación y la albañilería van dejando. Al trabajar para reconstruir el hogar de Jureli, el equipo de voluntarios está transformando la vida de Jureli y la de sus hijos y está brindando un hogar más seguro frente a los terremotos.

Preity dice:

La importancia de contar con casas resistentes a los seísmos proporciona un beneficio a largo plazo para la comunidad. Hicimos tres casas resistentes a los terremotos para cada comunidad. Al trabajar con cada comunidad, hemos creado un cambio sostenible, ya que sus miembros ahora entienden el método de fabricación de ladrillos de tierra y se les ha proporcionado máquinas de fabricación de ladrillos para que puedan continuar la reconstrucción."

"El voluntariado me ha demostrado de primera mano cómo es la vida de las víctimas del terremoto en mi propio país. Me da una inmensa felicidad saber que los beneficiarios ahora se sienten seguros en sus nuevos hogares”.


Los voluntarios de Raleigh International de entre 17 y 24 años y los gerentes voluntarios de entre 25 y 75 años trabajan en proyectos a largo plazo que abordan los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y buscan acabar con la pobreza en las comunidades rurales. Raleigh tiene más de 30 años de experiencia involucrando a jóvenes para un cambio positivo, y más de 42.000 antiguos voluntarios en más de 90 países.

Este fragmento es parte de la campaña del Día Internacional de los Voluntarios 2017.


Artículo traducido del inglés por el Voluntario en línea de la ONU Oriol Esteve.