La oficial asociada de protección VNU Alba Marcellán (izquierda) durante una actividad en el colegio Don Bosco en Caracas en el Día Mundial de los Refugiados 2012, organizado por ACNUR, Caritas y la Sociedad Hebrea de Ayuda a los Inmigrantes. (Programa VNU, 2012)

Nadie quiere ser un refugiado

Una de las cosas más emocionantes de ser Voluntaria de las Naciones Unidas para el ACNUR es la posibilidad de contribuir a la enorme pero gratificante tarea de apoyar de forma directa a aquellos que tuvieron que huir de sus países, quienes tal vez nunca puedan volver ni ver a sus familiares y amigos.


Caracas, Venezuela: Trabajo como oficial asociada de protección VNU en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) desde abril de 2012. Mi función es brindar asesoramiento jurídico a personas que buscan asilo y a refugiados en el país, y contribuir con la recopilación y el análisis de información sobre sus países de origen, la que servirá como base para la redacción de documentos de índole jurídica y política.

En 2013, el ACNUR seguirá trabajando en la labor iniciada en 2011 con su contraparte natural, la Comisión Nacional para los Refugiados, que es la institución a cargo de procesar las solicitudes de asilo. Entre otras actividades, nos encargamos del seguimiento conjunto y de misiones de registro con el fin de difundir información. En lugares en los que ni la Comisión ni el ACNUR tienen oficinas, informamos a las personas que pueden llegar a necesitar protección internacional sobre la posibilidad de presentar solicitudes.

Además de eso, ofrecemos asistencia técnica a instituciones y organizaciones pertinentes mediante la organización de cursos de capacitación, la producción de documentos de información pública y la prestación de asesoramiento jurídico y de asistencia humanitaria a personas de la competencia del ACNUR.

Además del trabajo más técnico, el ACNUR desarrolla diferentes actividades para llegar a las comunidades. Una de las actividades principales es la evaluación participativa, en la que nos reunimos con los refugiados y con las comunidades de acogida, y el intercambio de ideas sobre sus necesidades y preocupaciones.

Otra actividad crucial es la capacitación sobre cuestiones de interés como la prevención del HIV/SIDA y la concientización sobre la violencia de género.

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, el ACNUR organiza una serie de eventos en Caracas y en sus oficinas locales con el objetivo de darle notoriedad a la situación de los refugiados y fomentar el respeto por sus derechos y la protección.

Una de las cosas más emocionantes de ser Voluntaria de las Naciones Unidas para el ACNUR es la posibilidad de contribuir a la enorme pero gratificante tarea de apoyar de forma directa a aquellos que tuvieron que huir de sus países, quienes tal vez nunca puedan volver ni ver a sus familiares y amigos.

Como estableció la campaña del ACNUR 2012, “nadie quiere ser un refugiado”. Para aquellos que tienen que huir de sus hogares, el ACNUR intenta brindar la solución más duradera y apropiada.

Biografía: Alba Marcellán (España) es Voluntaria de las Naciones Unidas internacional en la Unidad de Protección del ACNUR en Caracas, Venezuela. Es licenciada en Derecho y tiene una Maestría en Derechos Humanos y Democratización. Antes de trabajar en Venezuela, trabajó en proyectos para el desarrollo y la consolidación de la paz en Colombia.


Artículo traducido del inglés al español por la Voluntaria en línea de las Naciones Unidas Gisela Cracco, a través del servicio Voluntariado en Línea del programa VNU.