La Joven Voluntaria ONU Marta Gutiérrez (izquierda) con Manuela Omari Ima, presidenta de la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE), durante la entrevista realizada a varias integrantes de la AMWAE para la producción de un documental. (Programa VNU, 2014)

Reconocer y promover el desarrollo local sostenible

Como Joven Voluntaria ONU en análisis de género con la oficina del Coordinador Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Quito, Ecuador, me encargo de dar soporte y asesorar tanto al Coordinador Residente como al equipo local de las Naciones Unidas en temas de género, comunicación y movilización de recursos.

Quito, Ecuador:  Como Joven Voluntaria ONU en análisis de género con la oficina del Coordinador Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Quito, Ecuador, me encargo de dar soporte y asesorar tanto al Coordinador Residente como al equipo local de las Naciones Unidas en temas de género, comunicación y movilización de recursos.

El PNUD promueve acciones que permitan a los ciudadanos hacer frente a los retos del desarrollo tanto a nivel local como mundial, así como aumentar la resiliencia del individuo, de la comunidad y de la nación.

En colaboración con el Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), me desplacé hasta el Amazonas, donde viven las comunidades waorani, para asistir al productor Andrew Hein, de la oficina del PNUD de Nueva York, en la realización de un documental sobre las actividades de la Iniciativa ecuatoriana.

Mis funciones consistían en proporcionar servicios de traducción e interpretación, entrevistar a las líderes de las comunidades de mujeres waorani y asistir a las reuniones de la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE) para explicarles en qué consistía el Premio Ecuatorial y cuál sería su impacto en la región.

El Premio Ecuatorial aúna a las Naciones Unidas, los gobiernos, la sociedad civil, las empresas y las organizaciones de base en torno al objetivo de reconocer y promover soluciones para un desarrollo local sostenible para las personas, la naturaleza y las comunidades resilientes que sirvan de inspiración al mundo entero.

La AMWAE ha recibido el Premio Ecuatorial 2014 por su proyecto en respuesta a la caza furtiva descontrolada de animales silvestres en la Reserva de la Biosfera Yasuní. La caza furtiva se ve impulsada por la fuerte presión local para suministrar cerca de diez toneladas de carne procedente de animales silvestres al mercado de Pompeya, el mayor de Ecuador de este tipo de alimento.

Esta fuerte demanda ha llevado a una rápida reducción de los animales grandes de la Reserva de la Biosfera Yasuní y ha puesto en peligro tanto la seguridad alimentaria como el modo de vida de los waorani, quienes han decidido poner fin a la caza de animales salvajes con fines comerciales. Con el apoyo de la ONG TRAFFIC, la AMWAE está promoviendo el cultivo del cacao orgánico como medida de protección de la fauna y como una vía hacia el desarrollo local sostenible. Su iniciativa ha tenido tanto éxito en la reorientación de la economía local que el mercado de carne de animales silvestres se ha visto obligado a cerrar.

Durante nuestra estancia con las comunidades, tuvimos la oportunidad de entrevistar para el documental a varias integrantes de la AMWAW y a algunas líderes de los waorani.

Manuela Omari Ima, la presidenta de la AMWAE, nos explicó la importancia de las mujeres en la producción alimentaria. Según ella, el aumento de la participación de estas en la economía rural es una herramienta muy poderosa para la reducción de la pobreza y el crecimiento económico, ya que las mujeres tienden a invertir más dinero en alimentos nutritivos, salud, educación y vivienda cuando los ingresos aumentan.

La asociación ha elaborado un plan de gestión de la tierra y organiza actividades de agricultura orgánica y gestión empresarial, dirigidas por mujeres, que hacen hincapié en la deforestación cero y que utilizan la certificación orgánica del cacao como principal motor económico. Asimismo, se están controlando muy de cerca las actividades de caza de subsistencia para proteger a las especies más amenazadas y vulnerables.  

El cacao de la comunidad es procesado para obtener chocolate con certificación orgánica, con lo que se promueve el acceso local a nuevos mercados y a una fuente de ingresos más lucrativa. El cultivo del cacao orgánico se complementa con la piscicultura, la artesanía y el cultivo de árboles frutales, que responden a la vez a las necesidades de seguridad alimentaria y de reforestación.

Biografía: Marta Gutiérrez Fernández lleva desde 2009 ejerciendo de abogada y dirigiendo proyectos basados en la equidad de género y contra la violencia de género. Actualmente trabaja como Joven Voluntaria de las Naciones Unidas en la oficina del Coordinador Residente del PNUD en Quito, Ecuador.


Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Beatriz Vega.