En agosto y septiembre de 2018, las provincias indonesias de Nusa Tenggara Occidental y Sulawesi Central se vieron sacudidas por potentes terremotos que destruyeron varios edificios, se cobraron miles de vidas y desplazaron a decenas de miles de personas. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) puso en marcha inmediatamente medidas de respuesta de emergencia, y un Voluntario de las Naciones Unidas intervino para contar la historia.
Entre sus muchos mandatos, el PNUD trabaja con las comunidades en crisis para ayudar a gestionar y reducir los riesgos, y colabora con los gobiernos nacionales y locales de todo el mundo para incorporar la resiliencia y la recuperación en su respuesta a las crisis. Al desplegar personal sobre el terreno de inmediato tras el inicio de una crisis, el PNUD vincula la respuesta humanitaria a la recuperación a largo plazo.
IEn colaboración con las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad local, el PNUD, de acuerdo con su principio de "permanecer y cumplir", aborda las crisis mediante el restablecimiento de las funciones básicas del gobierno, la gestión de los escombros, la rehabilitación de las infraestructuras y el trabajo en planes de recuperación.
En agosto y septiembre de 2018, las provincias indonesias de Nusa Tenggara Occidental y Sulawesi Central se vieron sacudidas por potentes terremotos que destruyeron varios edificios, se cobraron miles de vidas y desplazaron a decenas de miles de personas. Las imágenes de residentes desolados, aún en estado de shock, buscando a sus seres queridos entre montones de escombros llenaron las pantallas internacionales y salpicaron las portadas de los periódicos desde Yakarta a Nueva York.
La oficina del PNUD en Indonesia, junto con otros organismos del sistema de las Naciones Unidas, intervino de inmediato. Gracias a su amplia experiencia en la gestión de la respuesta a los desastres en Indonesia y en todo el mundo, el personal del PNUD se desplazó a las regiones afectadas y los equipos empezaron a trabajar con las comunidades para encontrar refugios provisionales y reconstruir sus vidas.
En las semanas inmediatamente posteriores al desastre, las mujeres que habían perdido a sus cónyuges e hijos se unieron, recogieron ropa desechada y otros materiales y los transformaron en pulseras, lazos para el pelo y otros artículos que vendieron con el fin de recaudar dinero para cubrir sus necesidades básicas.
El programa de limpieza de escombros del PNUD y los programas de efectivo por trabajo ayudaron a la comunidad mientras la región luchaba tras el desastre. En pocas semanas, el Gobierno alemán intervino y ofreció al PNUD 25.000 euros (28.000 dólares de los EE. UU. al cambio de 2018) para desarrollar un programa de recuperación.
La Unidad de Recuperación y Resiliencia, reforzada por expertos con experiencia en respuesta a desastres, elaboró un plan de acción en el proyecto del Programa de Ayuda para la Reconstrucción tras el Terremoto y el Tsunami (PETRA, por sus siglas en inglés) de Indonesia para reconstruir escuelas, mercados, hospitales y centros de salud de las aldeas. El proyecto, de tres años de duración, reunió a equipos de toda Indonesia con consultores extranjeros que habían trabajado en proyectos similares, para que les asesoraran.
El plan incluía un enfoque de "toda la sociedad", en el que toda la comunidad participaría desde la planificación hasta la construcción final.
Alguien tenía que contar su historia.
Ranjit Jose, periodista estadounidense, llevaba cinco años trabajando en Indonesia cuando se produjo la catástrofe. Cuando el PNUD se puso en contacto con él a través del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), ofreciéndole una oportunidad como Especialista en Comunicaciones en el marco del contrato SURGE del PNUD (desarrollado para mejorar la capacidad del PNUD de responder con rapidez en la fase de recuperación tras conflictos y desastres), aceptó.
"Aunque cuando se produjo el desastre no me dedicaba a la cobertura informativa, había estado siguiendo las noticias sobre el terremoto. Quería contribuir de alguna manera más allá de donar fondos o estar al margen", dijo Ranjit sobre la oportunidad. Ranjit es antropólogo con formación en asuntos internacionales, y su experiencia en el contexto local le ha ayudado a crear historias con un elemento humano para un público internacional.
Llevaba una década trabajando como redactor de artículos de fondo, donde analizamos las historias de forma diferente a como lo hacemos en los informativos. No nos limitamos a describir la escena sobre el terreno, sino que nos centramos en la comunidad y hablamos de sus vidas y del impacto de estos desastres y de las intervenciones del PNUD. Ranjit Jose, Especialista en Comunicaciones, PNUD Indonesia.
A lo largo de su estancia en el PNUD, Ranjit ha hablado con estudiantes que caminaban kilómetros para llegar a sus escuelas provisionales, pero que seguían siendo optimistas respecto a la construcción de estructuras permanentes más cerca de sus hogares. Se compadeció de las mujeres viudas y angustiadas por haberlo perdido todo, pero que seguían teniendo esperanzas en su futuro, y de las mujeres que habían perdido granjas en el terremoto, pero que habían recibido formación en construcción para ayudar a reconstruir canales de riego.
Informar sobre desastres no es solo repetir historias de devastación, ruina e intervención internacional. Es importante que transmitamos la resiliencia de las comunidades y describamos el efecto de nuestro trabajo en ellas. Ahí es donde entran en juego los responsables de comunicación, que cuentan estas historias al mundo. Christian Usfinit, Jefe de Equipo, Unidad de Resiliencia y Reconstrucción, PNUD Indonesia
El trabajo de Ranjit va más allá de la elaboración de historias con interés humano. "Durante el largo confinamiento por la COVID-19, cambié de marcha y me centré en editar varios estudios sobre el impacto de la pandemia en las pequeñas industrias de Indonesia y en los hogares, sobre todo en las provincias de Sulawesi Central y Nusa Tenggara Occidental, afectadas por el terremoto", explica. La pandemia fue especialmente difícil en estas provincias que ya luchaban por recuperarse del terremoto.
Los voluntarios tienen la ventaja de ser flexibles en su planteamiento.
La clave del éxito de una campaña de promoción es la narrativa. Una gran parte de los esfuerzos de comunicación del PNUD requieren especialistas que puedan transformar nuestro trabajo en narraciones convincentes que atraigan al público. A lo largo de los años, nos hemos beneficiado de un grupo de voluntarios cualificados que pueden ofrecer estas habilidades esenciales. Tomi Soetjipto, Jefe de la Unidad de Comunicaciones, PNUD Indonesia
Ranjit también ha trabajado con varios equipos de la oficina en el desarrollo de habilidades de redacción y fotografía. A lo largo de los tres años que pasó en la oficina del PNUD en Indonesia, también participó en talleres sobre comunicaciones con perspectiva de género y trabajó con sus colegas para garantizar mensajes inclusivos a todos los niveles.
En 2022, a medida que el proyecto PETRA pasa a entregar los proyectos terminados al gobierno provincial, Ranjit se ha dedicado, una vez más, a presentar informes y supervisar publicaciones como un libro electrónico sobre el viaje de reconstrucción contado a través de imágenes vívidas y gráficos interactivos.
Mi experiencia como voluntario me ha permitido desempeñar múltiples funciones. Mi afiliación al proyecto PETRA me mostró partes de Indonesia que son casi terreno sagrado en los círculos de desarrollo. Sin duda ha sido un privilegio. Conectar con otros proyectos de la oficina y trabajar en sus campañas ha mejorado mi trabajo como profesional de la comunicación. Ranjit Jose, Especialista en Comunicaciones, PNUD Indonesia
"Queda mucho por hacer mientras el PNUD siga en la región y cumpla con sus obligaciones. Empecé escribiendo historias de interés humano", recuerda Ranjit. "¡Pero pienso quedarme hasta que el trabajo esté hecho!", concluye.