"Los voluntarios han podido establecer relaciones significativas con los miembros de la residencia y ampliar su propia comprensión de diversas cuestiones relacionadas con la vejez. La iniciativa tiene como objetivo promover la concienciación sobre el voluntariado, la filantropía y el servicio a la comunidad. La propia estructura de la sociedad kirguisa depende de los esfuerzos de los ciudadanos individuales para ayudar a las personas necesitadas y echarles una mano."
Una nueva iniciativa impulsada por la juventud local, con el apoyo del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) y sus asociados locales ofrece un enfoque innovador para abordar los problemas sociales del país.
La iniciativa "Entrelazando las manos para un mañana más fuerte" tiene como objetivo involucrar a los jóvenes para que participen en actividades de voluntariado en sus comunidades, particularmente aquellas actividades que se ocupan de personas socialmente vulnerables.
La idea surgió a partir de una serie de conferencias para los jóvenes de Kirguistán que el programa VNU ha ido realizando desde el Día Internacional de los Voluntarios (DIV) el año pasado. Durante las reuniones en Biskek, capital de Kirguistán, jóvenes procedentes de diferentes sectores de la sociedad han expresado su deseo de servir como voluntarios, pero no sabían cómo ni dónde podían hacerlo.
Con la ayuda de la Unidad de Campo del programa VNU en Biskek, los jóvenes han decidido crear grupos móviles de voluntarios que se dedican a diversas áreas, entre ellas, salud, cultura y medioambiente.
El Grupo de Voluntariado de Salud comprende una serie de jóvenes que se ofrecen voluntarios para ayudar a las personas mayores que viven en hogares de ancianos con una atención sanitaria deficiente. Las deficiencias económicas y sociales en Kirguistán suponen la imposibilidad por parte del Estado de proporcionar una red de seguridad para los mayores, quienes se encuentran a menudo en una situación de extrema vulnerabilidad.
La vida es particularmente difícil para aquellos que han perdido a sus familiares y no cuentan con una red familiar que los apoye cuando la necesiten, por lo que solo pueden recurrir a los servicios que presta el Estado, como el que se encuentra en la remota aldea de Serafimovka, donde residen más de 280 mayores. Para algunas de las personas que viven en la residencia es muy difícil mantener las normas mínimas de higiene personal sin ayuda.
El Grupo de Voluntariado de Salud ofrece asistencia para cubrir las necesidades básicas dos veces por semana en los centros con falta de personal.
El abandono emocional puede ser tan devastador como el dolor físico, pero puede ser mucho más imperceptible en la manifestación de síntomas. Las personas mayores están más expuestas a la depresión, en la que muchos se aíslan en sus habitaciones, se alejan de las actividades sociales y se encuentran con una necesidad extrema de conexión y apoyo emocional.
El Grupo de Voluntariado Cultural escucha las historias de los ancianos, organiza juegos en grupo y conciertos. Uno de estos conciertos fue a cargo del entusiasta "Coro de los Veteranos" de Biskek, siendo un gran éxito entre los residentes del hogar de ancianos.
Un ambiente limpio y seguro es muy importante para las personas mayores con movilidad limitada, por lo que todos los sábados el Grupo de Voluntariado Medioambiental se encarga de la limpieza de los terrenos de la residencia y del cuidado de la vegetación que rodea los edificios y sus alrededores. Este grupo de voluntarios también ha planeado iniciar un pequeño huerto para poder añadir verduras a la dieta de los ancianos.
"Los voluntarios han podido establecer relaciones significativas con los miembros de la residencia y ampliar su propia comprensión de diversas cuestiones relacionadas con la vejez", comenta Raissa Muhutdinova, oficial del programa VNU en Kirguistán. "La iniciativa tiene como objetivo promover la concienciación sobre el voluntariado, la filantropía y el servicio a la comunidad. La propia estructura de la sociedad kirguisa depende de los esfuerzos de los ciudadanos individuales para ayudar a las personas necesitadas y echarles una mano".
La iniciativa "Entrelazando las manos para un mañana más fuerte" tiene como objetivo involucrar a los jóvenes para que participen en actividades de voluntariado en sus comunidades, particularmente aquellas actividades que se ocupan de personas socialmente vulnerables.
La idea surgió a partir de una serie de conferencias para los jóvenes de Kirguistán que el programa VNU ha ido realizando desde el Día Internacional de los Voluntarios (DIV) el año pasado. Durante las reuniones en Biskek, capital de Kirguistán, jóvenes procedentes de diferentes sectores de la sociedad han expresado su deseo de servir como voluntarios, pero no sabían cómo ni dónde podían hacerlo.
Con la ayuda de la Unidad de Campo del programa VNU en Biskek, los jóvenes han decidido crear grupos móviles de voluntarios que se dedican a diversas áreas, entre ellas, salud, cultura y medioambiente.
El Grupo de Voluntariado de Salud comprende una serie de jóvenes que se ofrecen voluntarios para ayudar a las personas mayores que viven en hogares de ancianos con una atención sanitaria deficiente. Las deficiencias económicas y sociales en Kirguistán suponen la imposibilidad por parte del Estado de proporcionar una red de seguridad para los mayores, quienes se encuentran a menudo en una situación de extrema vulnerabilidad.
La vida es particularmente difícil para aquellos que han perdido a sus familiares y no cuentan con una red familiar que los apoye cuando la necesiten, por lo que solo pueden recurrir a los servicios que presta el Estado, como el que se encuentra en la remota aldea de Serafimovka, donde residen más de 280 mayores. Para algunas de las personas que viven en la residencia es muy difícil mantener las normas mínimas de higiene personal sin ayuda.
El Grupo de Voluntariado de Salud ofrece asistencia para cubrir las necesidades básicas dos veces por semana en los centros con falta de personal.
El abandono emocional puede ser tan devastador como el dolor físico, pero puede ser mucho más imperceptible en la manifestación de síntomas. Las personas mayores están más expuestas a la depresión, en la que muchos se aíslan en sus habitaciones, se alejan de las actividades sociales y se encuentran con una necesidad extrema de conexión y apoyo emocional.
El Grupo de Voluntariado Cultural escucha las historias de los ancianos, organiza juegos en grupo y conciertos. Uno de estos conciertos fue a cargo del entusiasta "Coro de los Veteranos" de Biskek, siendo un gran éxito entre los residentes del hogar de ancianos.
Un ambiente limpio y seguro es muy importante para las personas mayores con movilidad limitada, por lo que todos los sábados el Grupo de Voluntariado Medioambiental se encarga de la limpieza de los terrenos de la residencia y del cuidado de la vegetación que rodea los edificios y sus alrededores. Este grupo de voluntarios también ha planeado iniciar un pequeño huerto para poder añadir verduras a la dieta de los ancianos.
"Los voluntarios han podido establecer relaciones significativas con los miembros de la residencia y ampliar su propia comprensión de diversas cuestiones relacionadas con la vejez", comenta Raissa Muhutdinova, oficial del programa VNU en Kirguistán. "La iniciativa tiene como objetivo promover la concienciación sobre el voluntariado, la filantropía y el servicio a la comunidad. La propia estructura de la sociedad kirguisa depende de los esfuerzos de los ciudadanos individuales para ayudar a las personas necesitadas y echarles una mano".