Durante mi asignación como Voluntario de las Naciones Unidas, mi trabajo se realizó en la operación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Ecuador, en el campo de Asistente de Base de Datos e Informática.
Durante mi asignación como Voluntario de las Naciones Unidas, mi trabajo se realizó en la operación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Ecuador, en el campo de Asistente de Base de Datos e Informática.
Si bien podía verse como un trabajo de escritorio, el día a día mostró que de escritorio tenía poco y que el voluntariado y los valores humanos iban tomando forma en cada actividad realizada.
Entrar en contacto de una manera diferente con el rol de la operación, en la que el tema legal juega un papel importante, pero en cuya plataforma se desarrolla (base de datos, correo, internet), te permite ir conociendo realidades e historias que cambian la concepción de un trabajo técnico, y lo vuelven humano, permitiendo que cada acción que uno realiza siempre vaya en beneficio de otros que lo necesitan.
A lo largo de mi asignación pude participar en proyectos como el Registro Ampliado, proyecto que permitió relacionarme con el trabajo de las oficinas de campo y la interacción con las personas refugiadas o en necesidad de protección, a las cuales se debe la operación de ACNUR. Pude palpar la incidencia que tenía el desarrollo de mi asignación en beneficio de cada uno de ellos.
El manejo con proveedores, el desarrollo de sistemas más seguros, la toma de decisiones sobre procesos, el disponer de conexiones eficientes, el contar con equipos que permitan procesos de registro más rápidos, reducciones de costos a fin de poder llegar a más personas con el ahorro generado. Éstas y muchas otras actividades dentro y fuera de oficina fueron parte de estos cuatro años trabajando como Voluntario de las Naciones Unidas nacional con ACNUR.
Ser voluntario es un compromiso personal, es una actividad que se lleva en el corazón y que permite que las aptitudes que nos son entregadas sean puestas al servicio de los demás de una manera desinteresada.
Si bien podía verse como un trabajo de escritorio, el día a día mostró que de escritorio tenía poco y que el voluntariado y los valores humanos iban tomando forma en cada actividad realizada.
Entrar en contacto de una manera diferente con el rol de la operación, en la que el tema legal juega un papel importante, pero en cuya plataforma se desarrolla (base de datos, correo, internet), te permite ir conociendo realidades e historias que cambian la concepción de un trabajo técnico, y lo vuelven humano, permitiendo que cada acción que uno realiza siempre vaya en beneficio de otros que lo necesitan.
A lo largo de mi asignación pude participar en proyectos como el Registro Ampliado, proyecto que permitió relacionarme con el trabajo de las oficinas de campo y la interacción con las personas refugiadas o en necesidad de protección, a las cuales se debe la operación de ACNUR. Pude palpar la incidencia que tenía el desarrollo de mi asignación en beneficio de cada uno de ellos.
El manejo con proveedores, el desarrollo de sistemas más seguros, la toma de decisiones sobre procesos, el disponer de conexiones eficientes, el contar con equipos que permitan procesos de registro más rápidos, reducciones de costos a fin de poder llegar a más personas con el ahorro generado. Éstas y muchas otras actividades dentro y fuera de oficina fueron parte de estos cuatro años trabajando como Voluntario de las Naciones Unidas nacional con ACNUR.
Ser voluntario es un compromiso personal, es una actividad que se lleva en el corazón y que permite que las aptitudes que nos son entregadas sean puestas al servicio de los demás de una manera desinteresada.