Los Voluntarios de las Naciones Unidas Florencio Maldonado y Diego Chirino trabajan en un proyecto conjunto, “Resiliencia”, cuyo objetivo es brindar apoyo a las autoridades de los Municipios de las cuencas del Río Beni y Mamoré en Bolivia, reforzando sus capacidades en temas de gestión del riesgo.
La Paz, Bolivia: Por otra parte, los voluntarios también trabajan con organizaciones de la sociedad civil para dar a conocer los efectos del cambio climático y estrategias para cultivos tempranos que permitan, en caso de desastres, tener estrategias y medios para superarlos.
Los Voluntarios de las Naciones Unidas Florencio Maldonado y Diego Chirino trabajan en un proyecto conjunto, “Resiliencia”, cuyo objetivo es brindar apoyo a las autoridades de los Municipios de las cuencas del Río Beni y Mamoré en Bolivia, reforzando sus capacidades en temas de gestión del riesgo. Por otra parte, los voluntarios también trabajan con organizaciones de la sociedad civil para dar a conocer los efectos del cambio climático y estrategias para cultivos tempranos que permitan, en caso de desastres, tener estrategias y medios para superarlos.
Uno de los fenómenos recurrentes en el país a causa del cambio climático es “el Niño”, provocado por un ciclo natural en el que gran parte de las aguas del océano se calientan, causando anomalías climáticas que en Bolivia se traducen generalmente en graves inundaciones en las zonas tropicales y sequías en el resto del país.
Florencio Maldonado es Voluntario ONU Especialista que cumple funciones como Técnico en Gestión de Riesgos. Su trabajo consiste en fortalecer las capacidades de los Gobiernos Municipales para que éstos puedan gestionar sus recursos naturales y las capacidades locales, y obtener así mecanismos de coordinación con toda la población que permitan salvaguardar vidas humanas.
Diego Chirino es otro Voluntario ONU Especialista que brinda apoyo como Técnico agrónomo en cultivos tropicales, y es el encargado de medios de vida. Por medios de vida se hace referencia a las capacidades, los activos (que incluyen recursos materiales y sociales) y las actividades necesarias para la subsistencia. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un medio de vida es sostenible cuando puede abordar y recuperarse de tensiones y crisis, y mantener o mejorar sus capacidades y activos en el presente y en el futuro, sin socavar por ello la base de los recursos naturales.
En este contexto, Diego cumple sus funciones desarrollando estrategias e identificando los medios de vida de las poblaciones de la cuenca del Beni y Mamoré.
Una de las estrategias desarrolladas es el uso de semillas tempraneras que producen cultivos en un corto plazo, logrando que las familias no pierdan sus sembrados cuando ocurre una emergencia. Las semillas son producidas por la comunidad y compartidas para su cultivo. Al tratarse de una variedad tempranera, el tiempo de cultivo se acorta, permitiendo que la comunidad tenga acceso al producto de manera más rápida.
Además de los Voluntarios de la ONU, en Bolivia un 80% de los actores que intervienen en las emergencias son voluntarios, ya sean rescatistas, bomberos o brigadas, por lo que se pone de manifiesto el importante papel que desempeña el voluntariado en estas situaciones de coordinación y atención durante las emergencias, pero especialmente en la fase de preparación y resiliencia para que las comunidades se recuperen lo antes posible.
En el marco del Programa de Preparación ante Desastres de la Comisión Europea (DIPECHO), este es el trabajo que ambos Voluntarios de la ONU desarrollan junto a otros voluntarios en las comunidades más vulnerables para luchar contra el cambio climático, que afecta cada año a todo el país.